“No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” (Romanos 12:21)
Así como las emociones negativas pueden destruir, las emociones positivas pueden marcar la diferencia en una vida, haciendo que todo tenga más sentido y sin tener que cargar con resquemores o sentimientos que terminan enfermando la mente y el cuerpo.
Desde hace años se ha introducido en los estudios psicológicos el concepto de “psicología positiva”, que se concentra en el estudio de las llamadas emociones positivas y procura por ese medio catalizar o controlar las emociones negativas que destruyen. El psicólogo Martín Seligman fundó junto a otros especialistas la red de psicología positiva, con el fin de darle otro enfoque a los estudios psicológicos.
¿Por qué es tan importante pensar en positivo? De alguna forma los pensamientos positivos sirven de antídotos contra los pensamientos negativos que destruyen. Como dice Ricard “los pensamientos de bondad, de ternura y de tolerancia, nos producen alegría y nos infunden valor, nos abren la mente y nos liberan interiormente. Asimismo, nos incitan a la benevolencia y a la empatía” (2005: 117).
Sin ser expertos en psicología, los autores bíblicos hacen énfasis en la misma idea. Pablo, por ejemplo, hace un llamado a vencer el mal con el bien. A menudo se interpreta este texto en acciones positivas a favor de otros, aún cuando actúen de una manera errónea, sin embargo, el versículo es perfectamente factible de utilizar en el contexto de la mente. Podemos vencer los malos pensamientos reciclando nuestra manera de pensar enfocándonos en lo positivo.
Filipenses es un ejemplo clave. “Por último, hermanos, pensad en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama. Pensad en todo lo que es bueno y merece alabanza” (Filipenses 4:8). Nuestra mente puede ser controlada, como diría Martín Lutero, “no podemos evitar que los pájaros vuelen sobre nuestra cabeza, pero si podemos evitar que hagan nido sobre ella”, lo mismo ocurre con los pensamientos. Si se anidan pensamientos negativos que terminan siendo nocivos, es nuestra responsabilidad porque lo hemos permitido. La mente se cultiva, de otro modo, se llena, como un campo descuidado, de maleza, cardos y espinas.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: Superando obstáculos
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