Esclavitud en forma de matrimonio


“Desearás a tu marido, y él te dominará” (Génesis 3:16)

Siento una profunda tristeza por el destino de las mujeres musulmanas y muchas que han nacido bajo regímenes de terror, encubiertos en relaciones de pareja que son una forma solapada de esclavitud.

Es cierto que hay varones occidentales que tienen vocación de talibanes y de explotadores, pero la gran mayoría siente respeto por la mujer, aunque a algunos les cueste mucho asumir que los derechos del varón y de la mujer deben ser respetados por igual.

La cultura islámica a través del Corán regula la vida de la pareja y no admite discusión. Según este libro sagrado para los musulmanes, el varón es superior a la mujer y éstas son definidas como objetos de placer para el marido, cuya mayor responsabilidad es atenderlo y proveer hijos para la familia.

La virginidad es considerada un tesoro invaluable, sólo en la mujer. Por esa razón desde temprana edad se las encierra para que no tengan contacto con ningún varón. Se las obliga a ocultar su cuerpo en ropas que las cubren casi completamente. No tienen derecho a opinar sobre sus futuros maridos, son los padres los que arreglan con quien se van a casar y de ellas sólo se espera que acaten sin decir nada. Es común que conozcan a quien será su marido el mismo día de la boda.

Las mujeres no cuentan, en estas culturas, con ningún derecho legal. Los maridos pueden repudiarlas cuando quieran, pero ellas no pueden pedir el divorcio por ninguna razón. Los hijos varones gozan de mayor jerarquía social que las madres sin importar la edad que tengan.

Sin duda, todo eso no es parte del plan de Dios, quien creó al varón y a la mujer para que fueran interdependientes y ambos gozaran plenamente de derechos que salvaguardara su dignidad y honor. Cada vez que algún varón maltrata a una mujer considerándola inferior, no sólo está repitiendo vicios de una cultura como la musulmana, sino que además, está transgrediendo el diseño divino que creó a la mujer para gozar del respeto y la compañía de alguien que fuera considerado un compañero, nunca un amo despótico.

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: LAZOS DE AMOR

MOTIVO DE GRATITUD 107: Cada vez que pienso en el matrimonio, no puedo menos que reflexionar en el diseño divino, que está lleno de imágenes que aluden al respeto a la dignidad y al valor como individuos. Estoy agradecido por adorar a un Dios de estas características y no a un dios-talibán disfrazado de espiritual. 

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