Reconocer la verdad

“La serpiente le dijo” (Génesis 3:4)

Reconocer la verdad es más difícil cuando está inmersa en un argumento engañoso. De hecho, muchos se ganan la vida torciendo la verdad de tal forma que hacen aparecer lo engañoso como si fuera verdadero.

El texto dice “la serpiente le dijo” (Génesis 3:4), y eso no es verdad completamente. El que habló fue un ángel de luz que estaba escondido y utilizó a un bello animal para engañar a una persona. El que hablaba era Lucifer, el ángel que había sido llamado a ser el primero. La mujer creyó el engaño, no hay duda. Pero no fue por ser mujer, sino por ser, ser humano. El varón no lo habría hecho diferente, aunque algunos en su presunción crean otra cosa.

En mis días de estudiante de teología fui conocido como un rebelde, porque habitualmente estaba en desacuerdo con mis profesores por la forma en que interpretaban la Biblia, en relación a la mujer. Generalmente me miraban con condescendencia pensando que en algún momento se me haría la luz y entendería.

Cuando hice la Maestría en teología, el asunto se ahondó porque no sólo tenía que lidear con mis profesores, sino con compañeros que me miraban como un individuo extraño que se atrevía a pensar diferente. Hasta llegué a dudar de mi cordura al estar solo en esta lucha por mirar las cosas de una manera diferente. Pero, fue en una clase con uno de mis profesores preferidos, cuando empecé a sentirme animado para seguir. Me acerqué a él al terminar una clase en particular y le di uno de mis ensayos para que lo evaluara. Al día siguiente me buscó y me dijo:

—Vas por buen camino. No te detengas.

Cuando hice la tesis de maestría uno de mis mentores, me topó en la calle y me dijo:

—Estás en lo correcto, pero no lo grites muy fuerte que te van a crucificar.

Siempre la luz surge. A algunos les lleva toda la vida entenderlo. Otros, lo vislumbran claro al primer momento. No hay seres de primera y segunda, deberíamos ser los primeros en defenderlo.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez

Del libro inédito: Ser mujer no es pecado

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