Un Dios enojado


“¿Hasta cuándo, Señor? ¿Vas a estar enojado para siempre? ¿Arderá tu celo como el fuego?” (Salmo 79:5)
El problema de los antromorfismos es que se normalizan y se incorporan en el acervo cultural como si fuera un concepto normal y correcto. Un antropomorfismo es atribuir a Dios características humanas, el peligro es no distinguir que se trata de una atribución metafórica y no de una realidad.

Si se lee el texto de este salmo 79, que teológicamente es complicado, da la impresión de un Dios de venganza e ira. Alguien caprichoso que no duda en utilizar las estrategias más horrendas con el fin de conseguir sus objetivos, aún cuando eso implique asesinar, torturar, maltratar, dejar secuelas físicas y emocionales, y hacerlo con culpables e inocentes sin distinción.

Algunos leen estas palabras y simplemente, lo dan como normal, sin entender las implicaciones que tendría concebir a un Dios vengativo y cruel, empezando por dar crédito a las acusaciones satánicas de un Dios que no puede lograr amor de sus subdítos sino mediante la extorsión y la manipulación.

Dios es amor y también es justo, y nunca dejará esa característica porque es su esencia. Entender a Dios fuera de esos parámetros es simplemente, distorsionar el verdadero carácter de Dios.

¿Se enoja Dios de la forma en que lo hacemos los humanos? No, sencillamente no, porque la manera en que Dios actúa es otra. Dios obra de una forma diferente. Los que nos enojamos somos nosotros los humanos, y cuando lo hacemos, muchas veces realizamos acciones violentas o poco atinadas, e intentamos justificar las mismas a partir de la emoción que nos desvorda.

Si entendiéramos a Dios de esa forma, no habría forma de explicar a un ser divino que a la vez se enoja y deja que sus emociones lo controlen, no se diferenciaría de los dioses malvados y vengativos del Panteón griego o del paganismo de oriente.

Dios nos ama. No nos castiga. No interviene cuando nuestra voluntad no lo permite, y a menudo, espera que aprendamos lecciones a partir de las experiencias que vivimos, otra cosa es manipulación.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: 
SALMOS DE VIDA

 
#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

Related Posts:

  • Justo, no justiciero “Por tu justicia, rescátame y líbrame” (Salmo 71:2) Desde que me acuerdo he sido buen estudiante, uno de los legados de mi madre que nos animaba… Read More
  • Protección en tiempos difíciles “No me rechaces cuando llegue a viejo; no me abandones cuando me falten las fuerzas” (Salmo 71:9) El versículo da cuenta de una petición extraña … Read More
  • Vergüenza “Jamás me dejes quedar en vergüenza” (Salmo 71:1b) En una ciudad de Europa debía presentarse un pianista de fama mundial. Sin embargo, faltando p… Read More
  • Refugio “En ti, oh SEÑOR, me refugio” (Salmo 71:1) Eran mis comienzos como pastor. Trabajaba en un colegio donde abundaba el dinero y escaseaba el cariño… Read More
  • ¿Abandonado por Dios? “Porque mis enemigos murmuran contra mí; los que me acechan se confabulan. Y dicen: ‘¡Dios lo ha abandonado! ¡Persíganlo y agárrenlo, que nadie lo… Read More

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.