Amores enfermizos



Hay enfermedades de las cuales no se tiene conciencia. Están en la vida, pero quienes la padecen no se dan cuenta. Una de esas dolencias tiene que ver con la auto emulación por amor.

La renuncia a sí mismo de manera unilateral y extrema es característica de personas que no entienden el verdadero sentido del amor. El amor no exige el autosacrificio sino la entrega en aras de un crecimiento equilibrado que no suponga inmolación en el altar del amor.

En la cultura popular persiste la idea de un amor heroico que exige que el individuo que ama se olvide totalmente de sí mismo, sin poner límites, creando con eso las condiciones para el abuso, el vampirismo emocional y la violencia.

Lo que caracteriza a estos amores es la dependencia, esa actitud de creer que sin la otra persona no es posible vivir, pero aún más, es la convicción de que no son plenos sin la presencia de esa persona en su vida. Se sospecha de cualquier forma de independencia. No hay lugar para intereses personales ni deseos individuales. No se trata de unión sino de fusión. Cualquier pedido de atención a deseos personales es calificado de egoísmo. Se espera que haya una entrega unilateral sin más ni menos.

En este contexto se exalta hasta lo sumo la abnegación y el olvido de sí mismo, logrando personas que finalmente, se entregan de manera unilateral, pero terminan vacías, sin sentido, y creyendo que no hay lugar ni posibilidades para la expresión de deseos individuales o personales.

La cultura contemporánea ha minimizado esta tendencia pero, no ha desaparecido por completo. Al contrario, la mayoría de las mujeres considera que deben entregarse a tal grado que sus deseos personales quedan relegados a un segundo plano por los deseos de su compañero. No es extraño que la mayoría de los que muestran frustración frente al matrimonio sean mujeres. El amor que entrega sin esperar nada a cambio, no es normal ni lógico. El amor exige reciprocidad, de otro modo, es tortura.

Del libro inédito Lazos de amor
Copyright: Miguel Ángel Núñez
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.