Los piadosos escogidos



Jehová ha escogido al piadoso para sí” (Salmo 4:3)

El texto de hoy es tremendo y tira por tierra toda la parafernalia de la religión tradicional construida sobre formas y liturgias. Dios no es un Dios de cultos ni formas, ¿para qué los necesitaría? Dios no está ansioso de tener panegíricos melosos, dichos en tonos y palabras que no se usan a diario. Dios busca otra cosa, él espera piedad, y por eso elige para si al piadoso.

La piedad no tiene nada que ver con expresiones externas de liturgias y actos religiosos formales. Algunos han convertido la religión en cantos y ceremoniales, vacíos de sentido, porque han dejado a la religión encerrada entre cuatro paredes. Eso es matar la verdadera piedad.

La piedad real, es la que se vive en actos concretos con otras personas. No se puede ejercer piedad sino en concreción hacia otros seres humanos que la necesitan. Un piadoso es aquel que traspasa las fronteras de sí mismo y se ocupa de las necesidades de otros. La religión real, tiene que ver con lo que hacemos para otros. Facilitar la vida de quienes padecen y sufren, es la esencia de la religión. Es lo que repite la Biblia vez tras vez, pero muchos creyentes prefieren quedarse encerrados orando por los necesitados (cosa que la Biblia no enseña), en vez de salir a atenderlos (lo que la Escritura enseña).

Lo expresa Santiago: “La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es esta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones” (Santiago 1:27). Es decir, una religión vivida de cara a las personas que padecen, no encerrado entre cuatro paredes para autoalabarse “por no ser como los otros”.

Isaías, por su parte, es elocuente: “El ayuno que yo escogí, ¿no es más bien desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados y romper todo yugo? ¿No es que compartas tu pan con el hambriento, que a los pobres errantes albergues en casa, que cuando veas al desnudo lo cubras y que no te escondas de tu hermano?” (Isaías 58:6-7). ¿Podemos hacer eso encerrados entre cuatro paredes? La religión que Dios profesa no tiene que ver con liturgias sino con piedad práctica, con ocuparse proactivamente de los necesitados. Dejar de orar, solamente, y actuar efectivamente en la vida de quienes no necesitan escuchar del amor de Dios, sino experimentarlo a través de los abrazos y acciones concretas de los creyentes que entienden que creer es actuar.

Del libro inédito Salmos de vida - 1
Copyright: Miguel Ángel Núñez
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