El ser humano es extraño. Tiene tantas contradicciones y contrasentidos que cuesta entender cómo es que algunas personas piensan. Por una parte, alaban a Dios por su inmenso amor, pero por otro, no son capaces de expresar su alegría por haber sido redimidos. Se refrenan de gritar, saltar y dar muestras palpables de su gozo. Están como amarrados, y lo más curioso, es que pretenden amarrar a todo el mundo a su forma angustiosa de ver la vida religiosa.
Muchas iglesias son un verdadero mausoleo de formalidad. Cantos tristes cantados como elegías de muertos. Formas tan apagadas que terminan por convertirse en cantos de plañideras. Si alguien les dice que es necesario expresar alegría y gozo, esas personas, heridas por una forma de ver la religión mística y llena de tristeza, reaccionan con ira, porque creen que si hacen algo diferente serán alejadas de Dios.
El problema es que conciben a Dios con los cánones rígidos de sus moralismos llenos de miedo y conflicto. Ven a Dios como un ser rígido y trasladan esa rigidez imaginada a todo lo que hacen. La religión se convierte entonces en una forma muerta, sin vida, sin alegría, sin sonrisas, llena de muestras de tristeza y dolor, porque en sus mentes enfermas, es lo único que vale.
¿Cómo entender la restauración en un contexto de auto flagelación permanente? ¿Cómo dar a conocer la alegría de la restauración en un ambiente donde te están diciendo constantemente que eres un pecador que no merece nada?
El salmista lo entiende diferente. Es capaz de vivir la alegría de la renovación. Por eso invita a alabar con gozo. Lleno de alegría y entusiasmo. A tomar las panderetas que son instrumentos llenos de vitalidad y alegría, que suelen tomar los niños y reir felices, porque el golpeteo de esos sonidos invita al baile y la danza.
Concebir a Dios en términos de tristeza es simplemente, un síntoma de neurosis. La religión vivida en esos términos enferma. Convierte a los adorantes en eternos quejumbrosos. En individuos que no logran sonreir porque su alegría ha sido secuestrada por una religión de formas y liturgias desprovistas de vida. Eso no es religión, es tortura.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez.
Del libro inédito: SALMOS DE VIDA
#MiguelÁngelNúñez
#meditaciónmatinal #devocióndiaria
0 comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.