“Y encontré algo más amargo que la muerte: a la mujer que es una trampa, que por corazón tiene una red y por brazos tiene cadenas” (Eclesiastés 7:26)
Las palabras de Salomón en el libro de Eclesiastés son de un pesimismo que raya en la locura. Seguramente todas las malas decisiones que tomó en su vida respecto al amor y a la pareja lo llevaron a esa especie de “indefención aprendida” que lo hacía tener una visión oscura de la existencia. Por eso, no es fácil leer ese libro, y tampoco lo es amar.
El amor tiene mucho de alegría y satisfacción. De hecho, quienes encuentran el amor, la verdad detrás de una sonrisa casual, el encuentro real con una persona, son los que logran sortear las peores dificultades porque se saben escuchados y respetados, porque eso hace el amor: Escucha con atención y respeta con dignidad.
Es difícil amar. ¡Qué duda cabe! Los escritores a través de todos los siglos han buscado la manera de transmitir mediante todos los estilos lo complejo que es llegar a amar a alguien diferente, que no sólo tiene perspectivas de mundo distintas, sino que además, poseen una visión de mundo construido a partir de historias, contextos y familias, a menudo, opuestas.
Franz Kafka, el escritor judío austriaco en sus Cartas a Milena, refleja un poco de esa angustiosa búsqueda del amor. En una de las misivas le escribe a su amor platónico: “quizá no se trate realmente de amor cuando digo que tú eres lo que más amo; amor es que tú seas el puñal con el cual revuelvo dentro de mí” (Kafka, 2006:131). La nostalgia de esas palabras reflejan la actitud de quien no sólo busca con desesperación amar y ser amado, sino que experimenta la dificultad que supone vivir el amor en toda su magnitud.
En otro momento, revelando su profunda lucha por la autoestima expresa: “¿qué cosa digna de amar puede encontrarse en mí? Mi miedo, en cambio, es digno de ser amado” (Ibid., 90). ¿Cómo podría él amarme a mí? Me decía una chica hace algunos años y no podía dejar de pensar en el escritor austriaco.
La dificultad de amar pasa por lo difícil que es encontrar a alguien que sea lo suficientemente atractivo para que podamos unir nuestros afectos a él o ella, pero también, superar nuestros miedos y conflictos, para poder entregarnos sin condiciones. Quien encuentra el amor, puede saber con certeza que tiene de un modo u otro, ganado un pedazo de cielo.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez.
Del libro inédito: SUPERANDO OBSTÁCULOS
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