“¿Quién ha puesto sabiduría en lo más íntimo del ser, o ha dado a la mente inteligencia?” (Job 38:36)
Uno de los mayores problemas que está enfrentando el mundo contemporáneo es la rigidez de los extremismos y la dificultad que tienen muchísimas personas para entender que el absoluto no es una opción dada a la humanidad. Todo lo que tenemos siempre son vislumbres de verdad y reseñas imperfectas de la totalidad. Por eso mismo, los extremismos contemporáneos lo único que están haciendo es pretender que existe una sola mirada de la realidad y no hay nada fuera de ella. Cada pensamiento sectario es embrionario de una catástrofe humana.
Jullien, del que hablamos ayer, señala que “toda idea establecida cierra al tiempo que abre o, más exactamente, empieza por cerrar otros puntos de vista posibles para abrir camino al suyo: parece necesaria, a la par que arbitraria, cierta ceguera en el origen del acto de filosofa, bien sea respecto a tal aspecto de la experiencia o del pensamiento de los demás” (Jullien, 2001: 20).
En otras palabras, al elegir un pensamiento rechazamos otro. Siempre el pensar supone la arbitrariedad de poner una idea sobre otra o anteponer un concepto por sobre otro. El riesgo es llegar a creer que se tiene la idea total, la que cubre la totalidad, es decir, un pensamiento absoluto, lo que está en la base de todos los extremismos.
El sectarismo descalifica la diferencia y la opción distinta. Todo radicalismo supone que nadie puede tener “la verdad” o “idea” que sostiene el individuo en particular. Cuando eso ocurre, entonces se cierra la posibilidad de conocer y seguir conociendo, es llegar al absurdo de suponer que el ser humano tiene la posibilidad de tener el absoluto al alcance de su mente.
Toda verdad en el ámbito humano, siempre es provisional. Una vislumbre de una verdad a la que tiene acceso sólo Dios. Por esa razón, las discusiones teológicas en muchos sentidos, se transforman en un acto de soberbia cognitiva y en creer que se tiene una verdad incuestionable que no permite accesar a otra vislumbre. Jesús lo dijo: “tengo mucho más que decirles, pero en este momento sería demasiado para ustedes” (Juan 16:12). Lamentablemente, algunos no logran entenderlo... sienten que pueden soportar todo o tener la carga de conocer la verdad absoluta, una ilusión absurda.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez.
Del libro inédito: SUPERANDO OBSTÁCULOS
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