El amor que golpea tu cabeza



Se dice medio en broma: “Está aturdido, se ha enamorado” o “lo golpeó el amor”, y se supone que la persona está excusada por no pensar de manera racional en lo que hace. Se da por sentado que el amor aturde o al menos, no deja pensar con claridad. Sin embargo, por mucho que se repita esa idea, es falsa. Lamentablemente, siempre el error es más difícil de erradicar, especialmente si es una idea que se mantiene a fuerza de folklore y tradición.

La ceguera que supuestamente se provoca al estar enamorado, no tiene nada que ver con el amor sino con la obcecación, con la actitud de hacer lo que se ha decidido aún cuando la razón y las evidencias muestran lo imprudente de una conducta o de la elección de alguna persona en particular.

El amor real no es ciego, al contrario, ve bien lo que va a hacer. Evalúa, mide, analiza y luego actúa en concordancia.

¿Por qué es tan importante este aspecto? Simplemente, porque el amor no está pensando para que dure dos horas, sino para que se proyecte en el tiempo, y para eso necesita de tomar decisiones sabias y no imprecisas, alocadas o irracionales.

Muchos jóvenes, se dejan llevar por impresiones momentáneas, por ilusiones pasajeras o por la sensación de que pueden hacer cualquier cosa, sin medir consecuencias, lo que es imposible.

El amor se alimenta de ilusiones, si, sin duda, pero vive de realidades. De decisiones que tienen consecuencias reales en el aquí y en el ahora y que deben ser consideradas a la hora de elegir qué hacer.

El amor exige límites.

Uno de ellos, es pensar con cuidado sobre las consecuencias de lo que podría ser nuestra vida si no pensamos cuidadosamente cada aspecto de las decisiones que tomaremos. Amar implica responsabilidad, especialmente si otros se verán afectados directa o indirectamente por nuestras decisiones. Muchas familias se han formado sin tener en consideración el contexto adecuado y los hijos, y luego generaciones sufren los efectos de la imprecisión y las malas decisiones.

Del libro inédito Lazos de amor
Copyright: Miguel Ángel Núñez
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.