Comunión de diferencias



Es de perogrullo, pero las personas son diferentes. El gran error es no admitir dichas diferencias o querer anularlas. Cuando eso sucede al interior de una pareja, eso es trágico. No sólo está el hecho de que son personas con diferentes opciones de vida, es necesario entender que proceden de familias, contextos, realidades muy diferentes uno del otro. Cada individuo tiene una historia particular, padres, hermanos, amigos, familia diferentes, que hacen de cada persona alguien único y distinto.

El peligro de creer que el matrimonio es fusión termina por dañar, porque anula la individualidad, lo que a la larga resulta ser un costo demasiado alto sólo por tener pareja. A algunos les lleva toda la vida darse cuenta que no vale la pena renunciar a su individualidad por amor.

Battista Borsato, en su libro El amor inteligente en la vida de pareja señala lo que es la esencia de una buena pareja: “el matrimonio es una comunión de dos personas que son diferentes, que se aman porque son diferentes” y agrega “es una comunión de dos libertades, de dos sistemas de valores, de dos diferencias, de dos proyectos que se acogen y se definen mutuamente” (Borsato, 2001:11).

Esa es la esencia. Dos diferencias que se acogen y se protegen mutuamente, para que cada uno se sienta protegido en el amor mutuo. Suelo decir a los jóvenes y señoritas, que no busquen como pareja a alguien que se les parezca, sino a alguien que respete su individualidad, y que sepa entender que es una vida distinta a otras.

Cuando se pretende una fusión, siempre una de las partes termina frustrada y con la sensación de haber perdido algo más esencial que su libertad. Esa sensación de haber sacrificado en el altar de la unidad la individualidad y la esencia de su propio ser, lo único que logra es una sensación de fracaso y humillación.

El amor ayuda al otro a ser mejor de lo que es. Lo impulsa a hacer que su diferencia realmente sea potenciada y apreciada.

Del libro inédito Lazos de amor
Copyright: Miguel Ángel Núñez
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1 comentario:

  1. Tengo una duda: es a los señoritos y a las señoritas o a las jóvenes y a los jóvenes, o a las/los jóvenes...? Me identifico con sus publicaciones en contra del machismo es difícil encontrar esa postura en pastores y gracias!

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