El peligro de minimizar un gran problema



Hay autores que sugieren que todos los seres humanos tenemos algo de narcisistas, porque, supuestamente todos necesitamos sentirnos el centro del universo en algún momento.

Difiero de esa percepción que me resulta peligrosamente simplista. Una cosa es tener autoestima saludable y un buen autoconcepto, que todos los seres humanos debemos tener, y otra cosa muy distinta desarrollar el trastorno de la personalidad narcisista.

Para formar una pareja saludable es preciso que se den algunas características básicas como vivir un amor recíproco y actuar con empatía.

La reciprocidad es fundamental. Todas las parejas se unen esperando que su amor será un puente de ida y de vuelta, donde reciban lo que dan. No es una transacción, pero es esperable que si amas, también te amen. Sin embargo, eso no es posible con un narcisista que piensa exclusivamente en sí mismo. Para el narcisista el centro del universo es su persona y no hay cabida allí para nadie más. Creen que sus necesidades son superiores y deben ser atendidas sin mediar ninguna consideración.

El otro elemento fundamental para que exista una relación sana es la empatía. Una persona empática es capaz de sentir lo que está experimentado otro individuo, ponerse en su lugar, y poder establecer un nexo emocional que le sea posible entender lo que la otra persona está sintiendo. Volvemos al mismo punto, el narcisista no puede experimentar empatía, no tiene ni la capacidad ni la voluntad para poder hacerlo.

Todo esto nos pone en una situación difícil. Amar es una acción que precisa de dos personas que actúen con reciprocidad y empatía, pero con un narcisista eso no es posible. Los narcisistas menosprecian a sus parejas, porque no creen que estén a su altura ni que logren tener las posibilidades que ellos o ellas tienen. Además, tienen un ansia tan grande de admiración que no cabe la posibilidad de admirar a otra persona o ocupar energía en construir una relación que implique esforzarse por tratar a otro de una manera ecuánime.

Del libro inédito Lazos de amor
Copyright: Miguel Ángel Núñez
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