“Aunque lo he investigado una y otra vez, veo que aún no encuentro lo que buscaba. Hay solo un hombre virtuoso entre mil, ¡pero ni una sola mujer!” (Eclesiastés 7:28 NTV)
Hace poco, en el contexto de las preguntas que me hacían luego de terminar una de mis conferencias me preguntaron si la Biblia era un libro machista y respondí que sí, sin lugar a dudas, y no solo eso, sino que contiene conceptos que mal leídos o interpretados pueden ser sumamente peligrosos para una mujer. Definitivamente, la mala lectura de la Biblia y el análisis no equilibrado puede ser altamente nocivo para las mujeres.
Creo que no exagero cuando digo esto. Porque no decirlo es avalar conceptos que son absolutamente nocivos para el ser mujer. ¿Cómo es que sigo creyendo en la Biblia entonces?
Porque he logrado separar lo que es netamente de origen divino y aquello que corresponde a la cultura y los tiempos de quienes escribieron. Los escritores de la Biblia no dejaron de ser humanos cuando redactaron la Escritura. Dios no es el escritor de la Biblia, decirlo así induce a error. La divinidad inspiró, pero quienes eligieron la forma de expresarse fueron seres humanos finitos y con una tremenda carga de sexismo, androcentrismo y machismo.
Por ejemplo, en el versículo que encabeza esta sección, escrito por quien fue considerado en algún momento como el hombre más sabio de la tierra. Su afirmación es que después de investigar fue capaz de encontrar hombres virtuosos, pero no a una mujer con las mismas características de virtud. ¿Se imaginan cuánto sufrimiento ha causado este versículo? ¿Cómo le machacaron a las mujeres durante siglos este concepto suponiendo que ninguna mujer era buena, simplemente, porque el sabio Salomón lo decía?
La Biblia contiene conceptos que son peligrosos para las mujeres, que en manos y en labios de hombres inescrupulosos, poco sabios, y faltos de sabiduría pueden convertirse en armas de destrucción y en medios de humillación y acoso para las mujeres. Siempre es preciso leer el contexto, entender la cultura desde la que se produjo el pensamiento y analizar con detalle si es aplicable dicha idea en contraste con un Dios justo, misericordioso y que no hace acepción de personas.
Del libro inédito Ser mujer no es pecado
Copyright: Miguel Ángel Núñez
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