Obstáculos



“Lo soportamos todo con tal de no crear obstáculo al evangelio de Cristo” (1 Corintios 9:12)

En el año 1986 la escritora Elizabeth Cady Stanton hizo una declaración que para muchos religiosos cristianos debe haber sonado muy duro, ella escribió: “La Biblia y la Iglesia han sido los mayores obstáculos en el camino de la emancipación de la mujer”.

Puede ser que para alguna persona de esas que defiende lo indefendible dicha aseveración parezca extemporánea o fuera de lugar, pero permítame recordarle algunos ejemplos:

En algunas iglesias cristianas (me consta de algunos países latinoamericanos y del antiguo bloque soviético), a las mujeres no les está permitido hablar en público.

Muchas congregaciones cristianas suponen que las mujeres no tienen ni la capacidad ni las posibilidades de ser líderes en sus respectivas comunidades, esa es tarea reservada exclusivamente a varones.

En muchas congregaciones aún se supone que la mujer debe quedarse al lado de su marido, incluso aún cuando exista adulterio, violencia o incluso, abandono económico y afectivo.

Una entrañable amiga, abogada de profesión, me decía:

—Cada vez que voy a la iglesia tengo que tragar saliva y hacerme la idea de que durante algunas horas seré ninguneada. En mi trabajo soy líder de opinión y tomó parte en procesos difíciles y complejos. En la iglesia soy simplemente un adorno, lo más que podrían permitirme hacer es realizar alguna oración y siempre y cuando no opaque a algún “santo” de la iglesia.

No es un caso ajeno a la realidad. Es, lamentablemente, el pan cotidiano en la mayoría de las congregaciones cristianas que sostienen que la mujer está para ser subordinada, así que Elizabeth Cady Stanton, muchas interpretaciones de las Escrituras, simplemente, han sido un obstáculo para que se entienda la equidad, los derechos, y la paridad de la mujer y el varón. En pleno siglo XXI algunos “santos varones” siguen actuando como si la iglesia fuera un reducto patriarcal machista.

Del libro inédito Ser mujer no es pecado
Copyright: Miguel Ángel Núñez
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.