Familia y pareja

El psiquiatra español Luis Rojas Marcos señala en su libro Convivir que “los individuos emparejados, como los que forman parte de un hogar familiar o de un grupo de amistades, expresan un nivel de satisfacción con la vida considerablemente superior que quienes viven desconectados de los demás” (Rojas, 2008: 13).

Eso pone el acento en un aspecto que a veces se pasa por alto. Las personas necesitan vínculos. Es parte esencial de su existencia. Los individuos aislados terminan convirtiéndose en seres desequilibrados y con patologías emocionales y mentales.

El psicólogo y psiquiatra mexicano-alemán, Erich Fromm, en su libro El arte de amar, señala que “el ansia de relación es el deseo más poderoso de los seres humanos, la pasión que aglutina a la especie” (Fromm, 2004). Lo que implica que gozar del privilegio de tener vínculos es algo que está en nuestra esencia fundamental humana. Por eso se hace tan necesario establecer algunas patologías de los vínculos, que no contribuyen a lograr una relación saludable.

El narcisista, carece de la capacidad de establecer un vínculo saludable, porque, a diferencia de lo que se esperaría, él narcisista centra toda la relación en sí mismo, sin empatía por las necesidades del otro y sin comprender que un vínculo es un puente de ida y de vuelta.

Siendo tan importante la necesidad del vínculo, quienes se ven en la situación de tratar con un narcisista tienen que elegir la salud o la toxicidad que producirá el quedarse al lado de alguien que no tiene el más mínimo interés de lograr un relacionamiento saludable.

Cuando no se entiende este punto, muchas personas se quedan en vínculos tóxicos con la esperanza de lograr que el narcisista cambie, lo que es prácticamente imposible, toda vez que el narcisista no está consciente de su condición y no va a pedir ayuda, simplemente, porque en su retorcida forma de ver la realidad, si no se atienden sus necesidades particulares, en primer y único lugar, entonces, según su patología, no hay relación posible. Por esa razón, la mayoría de los estudiosos del narcisismo sugieren contacto 0 para evitar daño.

Del libro inédito Lazos de amor
Copyright: Miguel Ángel Núñez
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