Esposa y madre, nada más


“A la mujer le dijo: «Multiplicaré tus dolores en el parto, y darás a luz a tus hijos con dolor” (Génesis 3:16)

Pareciera que la maldición que pesa sobre la mujer no se acaba nunca. Cuando se cree que ya ha pasado el momento del oscurantismo medieval y de la contrareforma protestante, que no fue favorable en casi nada para las mujeres, aparecen libros como el mencionado ayer: Cásate y sé sumisa.

Es evidente, como dice Feliciana Merino, miembro del consejo editorial que ha publicado el libro, que “como todo libro, por más bueno o malo que sea, tendrá sus aciertos y sus errores, partes mejores y otras en las que unos lectores u otros disentirán”.8 No debemos juzgar un libro ni por la tapa ni por el título, hacerlo es evidentemente una falta grave desde la perspectiva intelectual.

El libro contiene buenos consejos, salvables en el contexto de un hogar cristiano donde pretenden vivir de acuerdo a principios bíblicos. Sin embargo, cae en los estereotipos propios del sexismo más recalcitrante, y que lamentablemente, viene de la pluma de una mujer. Al referirse al rol de la mujer dice:

“Entre la abuela Gina y nosotras”, escribe a sus hijas, “se consiguió la emancipación de las mujeres, se libraron las batallas feministas que fueron su motor y se llegó a la inserción laboral”, pero “nos olvidamos de que no se puede tener todo: trabajar como un hombre y estar en la casa como una mujer”. Lamentablemente, con su énfasis sexista, aunque hace un buen diagnóstico, fracasa en la receta: “Se nos exige mucho, demasiado: trabajo, marido, hijos, casa, relaciones...” pero su conclusión es que “la mujer es, principalmente, esposa y madre”.

Hace un análisis diacrónico, como si las mujeres de tiempos bíblicos no tuvieran que “trabajar” fuera del hogar. Evidentemente, no como en tiempos industriales o contemporáneos, pero siempre se encargaron del ganado, de las huertas familiares, de los negocios, de la preparación de la ropa, tal como se describe en Proverbios 31. Si le hiciéramos caso a esta autora, todas las profesionales deberían renunciar y regresar a sus hogares. Lo que ciertamente es un exceso y una forma no sabia de abordar el problema.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez
Del libro inédito: Ser mujer no es pecado


#MiguelÁngelNúñez #Meditacióndiaria #Devocional
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

Related Posts:

  • Segura “Afronta segura el porvenir” (Proverbios 31:25b)Cuando escucho a supuestos estudiosos de la Biblia citar Proverbios 31, muchas veces me pregunto si … Read More
  • Segura “Afronta segura el porvenir” (Proverbios 31:25b)Cuando escucho a supuestos estudiosos de la Biblia citar Proverbios 31 como un epítome de lo que deb… Read More
  • Inmunda “Hablo Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: La mujer cuando conciba y dé luz a un varón, será inmunda 7 días…. Y si diera… Read More
  • El valor de una mujer “La mujer, trescientos” (Levíticos 27:1)Es difícil ponderar algunas costumbres y prácticas del pasado con criterios contemporáneos. Siempre se corre… Read More
  • Dignidad “Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir” (Proverbios 31:25)Proverbios 31 es el primer manifiesto feminista de la antigüedad, … Read More

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.