“Porque nada trajimos a este mundo, y nada podemos llevarnos” (1 Timoteo 6:7)
Agnes Gonxha Bojaxhiu (1910-1997)
Hay diferentes formas de pobreza. Algunas se notan a primera vista, como cuando vemos a un mendigo en la calle con ropas raídas y maloliente, pero otras son mucho más sutiles. Quien cree que es rico sólo porque tiene dinero, posesiones, títulos o trabajos bien remunerados, es pobre, aunque no sé de cuenta. Si sólo tiene eso para vivir, su pobreza, es mayor que la de aquellos que apenas tienen para comer.
Agnes, nació en un pequeño pueblo de Albania, un país europeo que durante siglos ha sido azotado por la pobreza, es probable que eso templó su carácter para darle las herramientas que la llevaron a convertirse en la Madre Teresa de Calcuta.
En el año 1929 llegó a la India para ser religiosa de una congregación que se dedicaba a la enseñanza, en 1944 fue nombrada directora de la escuela donde había trabajado por tantos años. Sin embargo, había algo que le afligía, todos los días veía a cientos de personas en las calles de Calcuta que morían en el más horrible desamparo sin que nadie hiciera nada por ellos.
Eso la llevó a tomar una decisión y fue vivir como pobre entre los pobres para llevarles el amor de Cristo a esas personas que lo necesitaban tanto. Su labor, resistida al comienzo, creció hasta convertirse en un movimiento internacional de ayuda a los necesitados. Miles de personas en diversos países han sido asistidos por las Misioneras de la Caridad que han hecho un voto de pobreza, entienden que esa es la única forma de entender con claridad lo que padecen los más necesitados.
Cristo también hizo lo mismo, se hizo pobre para vivir entre los pobres, aceptó vivir como ser humano para estar entre quienes habían perdido todo, incluso su dignidad como individuos. Jesús se comprometió con la raza humana y estuvo dispuesto a vivir entre nosotros. Es el modelo encarnacional, el ejemplo que nos presenta Jesús, que Teresa de Calcuta representó tan bien en su vida. Necesitamos menos discursos y más acciones. La religión convertida en discurso no sirve.
¿Qué ejemplo es el que enseña la experiencia de Teresa de Calcuta? ¿Qué puedes hacer en la comunidad en dónde estás? ¿Cómo puedes marcar la diferencia con tu vida?
Del libro inédito Héroes y heroínas de verdad
Copyright: Miguel Ángel Núñez
Dios nos de la fortaleza para hacer acciones en favor de los demás.
ResponderEliminarDios nos de la fortaleza para ayudar a los demás
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