Soledad


“Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10)

¿Qué harías si te toca una experiencia similar al protagonista de la película Naufrago, protagonizada por el actor Tom Hanks? De un momento a otro todo tu mundo estructurado se viene abajo y te quedas completamente solo, sin nadie con quien hablar y con la sensación extraña de estar ante la presencia de la soledad en su dimensión más cruel: Hablarle a una pelota disfrazada de ser humano.

Las historias al estilo de Robinson Crusoe se han escrito de muchas formas. Cambian los personajes y algunas situaciones, pero el fondo es el mismo: Perdido, sólo y en una isla olvidada que no aparece en los mapas y rutas habituales de los barcos.

Sin embargo, estar solo en una isla solitaria en medio del océano no es tan terrible como estar solo en medio de un mar de gente. No tener con quien hablar ni compartir es una experiencia desoladora, aún más cuando las personas que pasan a tu lado podrían darse el tiempo para escucharte y no lo hacen.

La soledad de la multitud es más dramática que estar solo en una isla en el océano. Al menos, allí sabes que estas solo y tienes la esperanza de reencontrarte con otras personas en algún momento. Es la esperanza la que alimenta la ilusión. Sin embargo, cuando se está con la sensación de soledad en medio de otras personas se va creando una sensación de frustración que termina aniquilando la esperanza.

La religión es una forma de ayudarnos a vencer esa soledad existencial que nos hace añorar poder tender puentes hacia otros. Cristo vino a morir y resucitar por nosotros para darnos la oportunidad de no estar solos. Para que no sintamos el enorme peso de la palabra no dicha y atragantada. Esa que no sale porque no tiene a donde ir. Dios nos da el poder y la capacidad para tender puentes sobre el abismo.


“La esperanza hace que agite el naufrago sus brazos en medio de  las aguas, aún cuando no vea tierra por ningún lado” (Ovidio)

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013.
Del libro inédito: Historias de cine
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4 comentarios:

  1. "La soledad de la multitud es más dramática que estar solo en una isla en el océano." Esta podría ser una bonita frase para Aforismos, si ya no la ha puesto, y no la ví.

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  2. realmente cierto!!

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  3. Jhovana Xiomi Morales18 de enero de 2013, 12:12

    seria una vida asi sin sentido ,no tener con quien conversar o simplemente verl@

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