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Políticamente incorrecto



“Él les contestó: —Vayan y díganle a ese zorro: ‘Mira, hoy y mañana seguiré expulsando demonios y sanando a la gente, y al tercer día terminaré lo que debo hacer’
. Lucas 13:32

Jesús nunca fue “políticamente correcto”. Se atrevió a llamar al hombre más poderoso de su tiempo “zorro”, caracterizando de ese modo su carácter torcido y falaz. A los dirigentes religiosos más importantes de su época los llamó “sepulcros blanqueados” (Mateo 23:37) y “generación de víboras” (Lucas 3:7), porque entendió claramente su manera de ser corrupta y degradada.

Nunca, por ninguna razón, vendió su conciencia para obtener réditos sociales o recompensas temporales. Cuando una persona vende su conciencia pierde algo mucho más valioso que la conciencia, se queda sin integridad, y eso, a la larga, es un precio muy alto.

Cristo no procuró ser popular sino vivir conforme a propósitos y principios divinos, muchos de los cuales le ocasionaron el volverse impopular, especialmente para quienes no estaban cómodos con dichos principios.

La decisión que tenemos que tomar implica decidir qué tipo de persona queremos ser. Si queremos ser “políticamente correctos”, entonces, terminaremos callando cuando debemos hablar, y hablando cuando deberíamos callar. Veletas yendo de un lado a otro de acuerdo al viento.

Jesús pagó un alto precio por su honestidad, el ejemplo que nos dejó es que ser leal a la conciencia, es al final de cuentas, la mejor forma de vivir. Una persona que intente caer bien a todos, terminará vendiéndose de algún modo.

Los principios exigen columna vertebral, la misma que tuvo Cristo para no tenerle miedo a los poderosos de su tiempo, ni dejar de decir lo correcto, aunque la diplomacia exigía otra cosa. Cuando se es honesto consigo mismo, no siempre se puede ser diplomático. ¿Cómo dices ‘sepulcro blanqueado’ de una manera más suave?

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Proyección



“Me doy cuenta que todo lo puedes, que eres capaz de cualquier proyecto”. Job 42:2 NBJ

Los fenómenos psicológicos son complejos y a menudo no alcanzamos a dimensionar el impacto que tiene sobre nuestras vidas. Un comportamiento habitual del ser humano es ser capaz de “proyectar” su vida, pero sin tener que depender de los planes y sueños de otros. Cuando permitimos que las circunstancias y otras personas nos impidan desarrollar nuestro proyecto vital, estamos simplemente, castrando nuestro futuro y auto provocando una frustración. Es, parafraseando a Gabriel García Márquez, “crónica de una amargura anunciada”.

Muchas personas van por la vida como si fueran zombies, individuos que han perdido las ganas de vivir, simplemente porque no tienen un proyecto de vida que guíe su existencia.Toma un lapicero y una hoja y contesta las siguientes preguntas:

—¿Qué quiero hacer con mi vida?

—¿Qué es lo que más anhelo y haría el esfuerzo para lograrlo?

—¿Qué costo tengo que pagar para lograr mis metas?

—¿Qué impide la realización de mis sueños?

—¿Qué debo hacer para eliminar los impedimentos que no me dejan avanzar?

—¿Qué quiero estar haciendo dentro de cinco y de diez años?

—¿Cómo me veo a mi mismo en el futuro si logro mis metas?

Jesús dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10:10). En una lectura superficial se leería que Dios quiere que vivamos mucho tiempo, esa es una posible interpretación. La otra es que Dios quiere que tengamos plenitud, y bien sabe Él que nunca seremos plenos a menos que logremos la realización que precisamos como seres humanos.

No permitas que alguien mate tus sueños. De ti depende comportarte como marioneta del destino o ser humano digno.

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Una forma de vida



“El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente”. Efesios 4:28

Te imaginas a Jesús plagiando un trabajo de investigación para entregar en el colegio? ¿Puedes imaginar a Cristo yendo a internet a copiar una información para luego citarla como propia?

Un plagiador, es decir, el que copia información creada por otro y que la presenta como propia, no es nada más ni nada menos que un ladrón y un mentiroso.

Jayson Blair se hizo famoso como periodista del New York Times, uno de los periódicos más importantes de EE.UU. Sus columnas y crónicas eran leídas con avidez, hasta que alguien se percató que algunos de sus escritos habían sido copiados de otros periodistas. Una investigación interna del diario demostró que Jayson inventó declaraciones, copió de otros diarios sin citarlos, describió escenas que nunca había visto y firmó desde lugares donde nunca había estado. No sólo fue despedido sino que además perdió toda credibilidad, al grado de que su nombre es, entre los periodistas, sinónimo de plagio y falsedad.

Cuando nos acostumbramos a vivir una mentira, eso se convierte en un estilo de vida. Del mismo modo, quien decide ser honesto lo hace sobre la base de entender que esa forma de ser se convertirá en la columna vertebral de su vida. En ambos casos se tendrán consecuencias, para bien o para mal. La decisión es nuestra.

Inventamos muchas formas para justificar lo injustificable, para racionalizar lo que no está bien y para auto convencernos que no es “tal” malo, cuando en realidad, es algo que no corresponde.

Un cristiano vive de tal forma de no traer oprobio para su fe. Entiende que la vida del cristiano, aunque llena de luchas, es una forma de ser, un estilo de vida que se expresa en todo lo que se realiza.

¿Qué haría Jesús en mi lugar? Es una buena pregunta antes de hacer algo que sabemos que no es correcto.


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Los fundamentos



“Cuando los fundamentos son destruidos, ¿qué le queda al justo? El Señor está en su santo templo, en los cielos tiene el Señor su trono, y atentamente observa al ser humano; con sus propios ojos lo examina”. Salmo 11:3-4

En la ciudad de Panamá hay un edificio que lleva por nombre “Revolution Tower” (Torre revolución), pero la gente lo conoce simplemente como “El tornillo”, porque es la forma que tiene. Está construido de manera asimétrica y con una cúspide retorcida. Se puede ver desde distintos puntos de la ciudad, es lejos, el más excéntrico de los edificios de esta gran urbe comercial.

Es un edificio de 52 pisos y 4 sótanos. Supuso todo un reto de ingeniería y arquitectura. Tiene 242 metros de altura, y con un espacio total de construcción de 57,000.00 metros cuadrados. Su construcción tomó tres años, por la dificultad de su diseño y por las características propias del mismo.

Es un edificio hermoso, sin embargo, antes de ser construido tuvo que pasar una barrera por la cual los ingenieros y constructores tardaron horas en análisis, cálculos y mediciones. Determinar el tipo de fundamentos que se le pondría a un edificio de esas características para que pudiera mantenerse en pie. No se construye un edificio sin tener claro el fundamento, menos uno con las características de la F. F. Tower, como se la conoce ahora.

El versículo señala que cuando el justo se queda sin fundamentos, porque éstos son destruidos, queda entonces mirar hacia el cielo, a Dios, quien nunca cambia y permanece como el elemento estable que le da sentido a la existencia del cristiano.

Del mismo modo, los fundamentos y principios sobre los que se construye la vida, se sustentan en bases mucho más fuertes que la propia existencia humana. Los principios no son relativos, no cambian al arbitrio de las circunstancias. Para poder conocerlos con exactitud es preciso estar conectado con la Palabra de Dios que ofrece una vislumbre suficientemente amplia para entender sobre qué construir la vida.

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La verdadera amistad



“Jonatán, por su parte, entabló con David una amistad entrañable y llegó a quererlo como a sí mismo”. 1 Samuel 18:2

Cómo sabes que un amigo o amiga realmente lo es? Muy simple, los amigos verdaderos tienen una característica común: No te abandonan en tiempos de crisis y se mantienen a tu lado cuando estás caído. Los que se alejan cuando has cometido un error o cuando caes en desgracia, no son amigos, sino enemigos disimulados

La amistad se prueba en los momentos de amargura y dolor, cuando todos se alejan. Un amigo o amiga es leal y se mantiene a tu lado en medio de la tormenta.

Jonatán era hijo del rey Saúl, por lo tanto, le correspondía heredar el trono de Israel una vez que muriera su padre. Sin embargo, fue desechado por Dios y David fue elegido en su lugar. Jonatán era el mejor amigo de David, cuando se enteró no puso sus intereses en primer lugar, sino que privilegió su amistad.

Su padre se enfureció cuando se enteró que Jonatán seguía siendo amigo de David, aún cuando sabía que él se había convertido en su “enemigo personal” a causa de las intenciones divinas de poner a David como rey de Israel.

Jonatan tuvo una decisión difícil. Por una parte ser leal a su padre y por otra ser amigo de David. Se las ingenió para seguir estando al lado de su padre, pero no traicionó a David, al contrario, contra las intenciones de su padre, protegió a su amigo y lo ayudó a escapar. Por esa razón cuando murió en batalla, David hizo un doloroso duelo y cuando estuvo en el poder se encargó de cuidar a la familia de Jonatán por lealtad a su amigo.

Habría sido muy sencillo para Jonatan abandonar a su amigo y ponerse totalmente del lado de su padre, sin embargo, los amigos se prueban en esos momentos difíciles, donde es necesario entender de qué parte estaremos y a quién daremos lealtad. No te equivoques, los verdaderos amigos siempre están, los que no lo son se marchan.

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Águila o gallina



“Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas”. Isaías 40:31

Las mayores batallas del ser humano se libran en su mente. En nuestro pensamiento se definen las victorias y derrotas de la vida.

Cuenta una leyenda de indígenas de EE.UU., que un día alguien encontró un huevo de águila que había rodado de la montaña. Buscó el nido y no lo encontró. Así que no se le ocurrió mejor idea que ponerlo con una gallina silvestre que estaba empollando. Al tiempo nacieron los polluelos y también el aguilucho. Sin embargo, no tenía otro modelo que las gallinas silvestres, así que no hacía ningún esfuerzo por volar. Sólo picoteaba el suelo buscando semillas, pequeños insectos y cáscaras de frutas.

Un día, cuando ya estaba grande, vio volar un águila sobre el lugar y preguntó qué era eso. Otra gallina le dijo:

—Esa es una de las aves más bellas de la tierra, pero ni lo intentes, tú sólo eres una gallina.

La leyenda cuenta que el águila vivió el resto de su vida como las otras gallinas, sin emprender jamás el vuelo.

El esfuerzo por vivir exige que las personas para que se realicen como tales logren lo máximo que puedan dentro de sus posibilidades y aptitudes. Conformarse con menos, es nada más que asesinar su propia identidad y esencia. Una persona motivada y que además, sabe quién es y lo que puede lograr, será un individuo que logrará grandes cosas.

El texto de esta mañana va por ese lado. Una persona que confía en Dios “renovará sus fuerzas” y luego “volará como águila”. No dice, andará picoteando el suelo como gallina. Dios espera grandes cosas de nosotros. Que emprendamos el vuelo. Que podamos aspirar a las alturas, como las águilas, que hacen sus nidos en los lugares más altos de la montaña, sobre las nubes.

Puedes ser lo que quieras, águila o gallina, tuya es la opción.

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Sacrificio de amor



“Como madre que consuela a su hijo, así yo los consolaré a ustedes; en Jerusalén serán consolados”. Isaías 66:13

Cuando hay catástrofes naturales ocurren actos de heroísmo y valentía que quedan grabados para siempre en la memoria colectiva.

En el último terremoto ocurrido en Japón, los rescatistas buscaron afanosamente en la casa en ruinas donde se sabía que vivía una mujer joven con su hijo. Cuando encontraron el cuerpo les pareció extraño la posición en que estaba, de rodillas y su cuerpo hacia adelante, como cuando alguien adora. El peso de la casa quebró su espalda y su cuello.

Pronto se dieron cuenta que la mujer estaba muerta y los rescatistas salieron a buscar algún otro sobreviviente. Sin embargo, por alguna razón el líder del equipo de rescatistas sintió la necesidad de regresar y observar de nuevo. Decidió revisar debajo del cuerpo de la mujer que estaba rígido y en ese momento comenzó a gritar: “¡Un niño! ¡un niño!”. Removieron cuidadosamente los escombros alrededor del cuerpo de la mujer y allí encontraron un bebé de tres meses envuelto en una frazada.

Allí comprendieron que la madre había protegido a su hijo con su cuerpo en un último esfuerzo por salvarlo. Cuando tomaron al niño el pequeño aún dormía.

Cuando abrieron la frazada que tenía al bebé descubrieron un celular que tenía un mensaje de texto en la pantalla que decía: “Si puedes sobrevivir, debes recordar que te amo”. El celular pasó de mano en mano con los miembros del equipo de rescate mientras la mayoría rompía a llorar.

Una madre puede hacer eso por su hijo, ¡cuánto más Dios con su infinito amor! Nunca dudes del amor de Dios, nunca pongas en tela de juicio su bondad. No escuches a quienes te dicen un mensaje diferente. Tú y yo somos sus hijos, y Dios nos ha prometido nunca olvidarnos... aún cuando nuestra propia madre lo haga.

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Una comunidad de pecadores



“Tened buen cuidado de que nadie se vea privado de la gracia de Dios; de que ninguna raíz venenosa, creciendo rápida, perturbe y contamine a la comunidad”. Hebreos 12:15 Cast.

Las excusas para no pertenecer a una comunidad cristiana siempre son las mismas, pasan los siglos, cambian las geografías, mudan las personas, se habla en idiomas diferentes, pero se esgrimen los mismos argumentos:

—“Está lleno de hipócritas”. Es cierto, pero eso no significa que todos los sean y además, siempre hay lugar para uno más.

—“Algunos se creen mejores que otros”. ¡Tienes toda la razón! Es lamentable, pero, eso no es correcto y dichas personas simplemente no han entendido el mensaje de salvación.

—“Temo equivocarme”. En ese caso, no hay esperanza para ti, porque todos se equivocan no una vez, sino muchas veces. No existe ser humano que no cometa errores, a menos que tú seas un ser extraordinario y fuera de serie.

—“No quiero que me juzguen”. Cierto, a nadie le gusta que lo enjuicien, y si has escuchado de algunos cristianos que hacen eso, simplemente, es porque aún no conocen a Jesús quien dijo que él no había venido a juzgar a nadie.

—“Es muy aburrida”. Pues, es verdad, hay comunidades que hasta los ratones huyen de aburrimiento. Sin embargo, tú puedes hacer la diferencia y ayudar a que otros vivan la fiesta y la alegría de la salvación.

—“No entiendo la doctrina, me parece muy difícil”. Es verdad, que algunos teólogos se han dedicado a hacer complicado lo fácil, pero, puedes aprender y enseñarle a otros. No es complicado creer si estás dispuesto a aprender.

Bien, ¿qué otra excusa tienes? La comunidad cristiana es un refugio de pecadores que han sido cubiertos por la gracia de Dios. Eres bienvenido cuando te atrevas a dejar de buscar excusas. Cuando sabes que la vida cristiana es otra cosa.


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Esclavo de su propia cárcel



“¡Cuán incomprensibles son la mente y los pensamientos humanos!”. Salmo 64:6

Un elefante fue criado en un circo atado a una cadena que lo mantenía limitado en su desplazamiento. Sin embargo, un día su domador decidió sacarle la cadena. Sorprendentemente el elefante siguió limitado en el espacio que le permitía su antigua cadena. Aunque no estaba atado a ninguna estaca, en su mente, aún permanecían las cadenas que lo aprisionaban. Del mismo modo, el pobre elefante nunca se dio cuenta antes que bastaba tirar y con la fuerza que tenía, podría fácilmente romper sus cadenas o quitar la estaca que lo mantenía amarrado.

Las peores cadenas no son externas. Están dentro de nosotros y no nos permiten liberarnos. Si crees que no puedes, no podrás. Sin embargo, si confías en tí mismo y crees que puedes, lo vas a lograr. Así de simple. La mente tiene herramientas poderosas para ayudarte a imaginar, soñar y fijarse metas.

Dios no nos hizo para ser esclavos de nuestras propias limitaciones. Al contrario, el Señor desea que logremos lo máximo de nuestro potencial. Contentarse con menos, es simplemente, hacer un mal tributo a los dones que Dios nos ha concedido.

Dios se goza con nuestros éxitos. Dios cree en nosotros, por eso planeó el plan de salvación, para darnos una oportunidad y para que podamos visualizar lo mejor para nosotros mismos.

Sin embargo, para Dios debe ser frustrante ver a tantos de sus hijos encadenados a los “no se puede”, “es imposible”, “es muy difícil”, “no lo podría lograr aunque lo quisiera”, y todas esas frases que usamos que se convierten en las cadenas invisibles que no nos permiten construir una vida de éxito.

Las cadenas más difíciles de romper no están en el exterior, sino en la mente. Los que logran grandes cosas no se detienen a pensar en lo que no pueden, sino que se concentran en aquello que sí pueden y avanzan, mientras otros se quejan.

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La mujer más fea del mundo



“Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener”. Romanos 12:3

Los adolescentes pueden ser muy crueles cuando se lo proponen. Muchos no miden sus bromas ni examinan con cuidado lo que hacen, sin embargo, el daño que hacen a veces es tan grande que quedan huellas para el resto de la vida.

Hace algunos años un grupo de jóvenes, para burlarse de una compañera de colegio, colgaron un video en YouTube que titularon “la mujer más fea del mundo”. El video dura sólo ocho segundos y ha recibido millones de visitas.

El corto muestra a Lizzie Velásquez una joven que nació con un síndrome que los médicos no han logrado diagnosticar. De hecho, hay tres personas en el mundo que tienen la misma enfermedad, pero nadie ha logrado una forma de ayudarles. Se trata de una afección que impide que Lizzie pueda engordar. Eso ocasiona que su cuerpo sea cadavérico y no pueda crecer.

En el momento en que pusieron el video ella se sintió muy triste, tal como todos aquellos que son acosados y maltratados por sus pares. Sin embargo, a los 16 años tomó cuatro decisiones que marcaron su vida: Decidió convertirse en una conferencista motivacional, terminar una carrera universitaria, escribir un libro y formar una familia.

Ella pensó que llorar no valía la pena ni lamentarse tampoco, eso no iba a cambiar la situación. En la actualidad es una conferenciante que recorre el mundo animando a las personas a encontrar la verdadera belleza, terminó una carrera universitaria, ha escrito dos libros y está de novia. ¿Por qué? Porque ella entendió lo que muchos les lleva toda la vida entender, que las limitaciones están en nuestra mente, somos nosotros los que nos limitamos.

Dios te hizo para tener éxito, para lograr grandes cosas, para ser una personas victoriosa. La batalla más importante se libra en tu mente. Eres tú, exclusivamente tú, la persona que decidirá qué quiere creer de sí mismo.

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Un Dios que no olvida



“¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré!” Isaías 49:15

Jonathan fue abandonado por su propia madre en una concurrida calle. Estaba envuelto en pañales y dentro de una caja de cartón. La gente se dio cuenta que allí había un niño sólo cuando lo escucharon llorar. La policía no logró dar con la madre así que fue derivado a un orfanato. Allí se crió, sin saber nunca quién fue su madre ni por qué razón lo había abandonado.

A veces soñaba que ella llegaba en un carro elegante a buscarlo para sacarlo de ese lugar. En el orfanato le daban alimentación y abrigo, sin embargo, sentía que no tenía cariño. Cuando creció se dio cuenta que las personas que allí trabajaban no tenían el tiempo suficiente para atender a tantos niños, así que a los que eran tranquilos como él, generalmente los dejaban a un lado, no porque fueran malos, sino porque se dedicaba a atender a quienes parecían estar más necesitados.

Creció, fue a una universidad cristiana a estudiar, pero siempre llevó ese vacío en su vida de no saber quién fue su madre y de sentirse despreciado por la persona que supuestamente más debería haberlo amado en el mundo.

Como el caso de Jonathan hay miles de jóvenes y señoritas que han sido abandonados por sus padres. Sin embargo, el texto de Isaías nos recuerda que aún cuando la madre nos abandona, Dios nunca nos olvidará.

¿Sabes lo que significa que Dios no nos olvida? Simplemente, que en la mente de Dios tú y yo estamos de manera permanente. Todo lo que ocurre en nuestra vida a Dios le interesa. Él tiene contados nuestros cabellos, ¿cómo no le va a interesar nuestros dolores y tristezas? El ríe con nuestra alegría y sufre con nuestras tristezas. Nos abraza cuando pareciera que todo el mundo nos da la espalda. Dios, el que nos ama siempre, nunca, por ninguna razón, nos olvida.

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Mentiras sutiles



“Dios no es como los mortales: no miente ni cambia de opinión. Cuando él dice una cosa, la realiza. Cuando hace una promesa, la cumple”. Números 23:19

A veces se transmiten ideas que de tanto repetirse suenan a verdades, pero no son más que mentiras disfrazadas. Una de ellas tiene que ver con el carácter de Dios. Algunas personas dicen: “Dios ya no te ama por lo que has hecho”, otros afirman, “Dios detesta a los pecadores”. Estas frases y otras parecidas, lo único que señalan es una distorsión de Dios.

El texto que encabeza esta reflexión señala que Dios no cambia, es el mismo siempre. La Biblia dice que “Dios es amor”, en otras palabras, la esencia de su carácter es amar. No cambia, aunque nosotros sí lo hagamos.

Dios nunca, por ninguna razón, deja de amar al pecador. Intenta, de todos los modos posibles, acercarse a quién está lejos de su presencia, no para castigarlo, ni para obligarlo a creer, sino para atraerlo hacia sí con su amor.

El único medio que Dios utiliza para acercarse a los seres humanos es la persuasión. En todo instante procura que mantengamos a la vista su máxima prueba de amor: La muerte y resurrección de Jesús. Cristo vino a encarnarse, como sacrificio, para mostrar el inmenso amor de Dios hacia la raza humana. Si nosotros hubiésemos sido hormigas, Cristo se habría convertido en hormiga para venir a mostrarnos el inmenso amor de Dios.

Cuando escuches nuevamente que Dios ha dejado de amarte porque te has equivocado, no lo creas, es una mentira sutil, dicha en diferentes tonos y que ha nacido en la mente del enemigo de Dios que pretende alejarnos del amor divino.

Cuando alguien te venga con la idea de que Dios odia al pecador, simplemente, no lo creas. ¿Cómo podría un Dios de amor también odiar? Dios se entristece por sus hijos que están lejos, pero nunca, por ninguna razón, deja de amar al pecador que tan angustiosamente necesita su amor.


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Nada podrá separarnos de su amor



“Estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor”. Romanos 8:38-39

Delimar Vera tenía sólo 10 días de vida y mientras dormía se desató un incendio en su casa. Luzaida Cuevas, su madre, subió la escalera y se encontró con una masa de humo y fuego que la tiró al piso. Los bomberos controlaron el fuego. Nunca se halló ni un rastro de Delimar. La policía dio por muerta a la niña.

Luzaida no lo creyó. Ella estaba segura que la niña tenía que estar en alguna parte. Pasaron seis años y Luzaida fue a la fiesta de cumpleaños de un niño, hijo de otro pariente. En la fiesta estaba Carolyn Correa y su hija, de 6 años, Aaliyah Hernández. Fue un momento, un chispazo, una mirada, un gesto. En un instante vio a la niña, y supo sin lugar a dudas que esa niñita era su hija.

Se acercó a la niña e hizo como que le sacaba un chicle pegado en el pelo. Le arrancó, sin que la niña se diera cuenta, tres hebras de cabello, las envolvió cuidadosamente en una servilleta y al día siguiente llevó su precioso paquete a la oficina de Ángel Cruz, el representante estatal de Filadelfia, EE.UU. donde vivía.

Cruz hizo examinar los cabellos de la niña y en unos días los expertos del laboratorio de criminología se encontraron ante la espectacular noticia: efectivamente, el ADN del cabello de la niña demostraba, sin lugar a dudas, que la madre era Luzaida Cuevas.

Después se supo que con la ayuda de otra persona que Carolyn Correa, secuestró a la niña y luego prendieron fuego a la habitación para simular que había muerto entre las llamas. Lo que no contaban es que una madre nunca olvidó a su hija.

Así es Dios, puedes haber cambiado y ser una persona diferente, pero Él nunca nos olvida. Nos lleva siempre en su mente. Tú y yo somos la niña de sus ojos. Dios nunca, por ninguna razón, deja de amarnos. Él siempre está con nosotros dispuesto a abrazarnos.


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Dios es amor



“El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor”. 1 Juan 4:8

En un mundo tan lleno de conflictos y situaciones difíciles, es complejo creer que existe un Dios de amor. Atreverse a creer en un Dios de amor, en medio de una tierra tan convulsionada como la que nos toca vivir, simplemente demanda mucha confianza y fe. Sin embargo, pese a que es difícil, es posible creer en un Dios de amor en medio de tantos sinsabores y conflictos.

Aún siguen saliendo rosas entre las espinas y el fango nos regala flores hermosas. Es posible encontrar la mano de Dios en un amanecer y en la belleza de una sonrisa honesta. No se trata de autoengañarnos, sino de mirar más allá de las apariencias, a un Dios que no cambia pese a tantas situaciones que nos son incomprensibles.

En este año la consigna es desafiarnos a creer. Una persona que cree, es valiente, porque tiene que sortear el escepticismo, la incredulidad, la burla y la vergüenza, sin embargo, cuando llegamos a creer con convicción real, entonces, otro panorama se abre ante nosotros. Es posible mirar la realidad de una manera diferente. La religión no cambia la realidad sin embargo, nos ayuda a mirarla con una perspectiva nueva.

El desafío de cada día será ¡atrévete a creer! Sal de la medianía de un mundo que ha optado por desconocer a Dios y dejar de confiar en los grandes principios que han animado a la humanidad a través de los siglos.

Creer es un acto de valientes, ¡atrévete a ser parte de la minoría! Durante este día medita en esa frase que nos trae el versículo de Juan: “Dios es amor”. Piensa en sus implicaciones, medita dónde puedes encontrar evidencias del amor de Dios, piensa por un instante en la belleza de los que nos rodea, detrás de la devastación humana, hay aún flores que nos muestran la fragancia de un Dios que se goza en la belleza, en la sonrisa de un recién nacido Dios aún nos sonríe. Mira a tu alrededor, Dios es amor, aún cuando muchos se esfuerzan por mostrar lo contrario.


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