La herencia que no se espera


“Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo era muerto, se levantó y destruyó toda la descendencia real” (2 Reyes 11:1)
Jezabel vivió una existencia de tanta maldad que su nombre es proverbial y símbolo bíblico de hasta dónde se puede llegar con la perversión. Sin embargo, lo impresionante es como los hijos tienden a repetir los modelos de los padres yendo incluso más allá de donde hay ido sus progenitores.

En este sentido, Atalia, hija de Acab y Jezabel, vivió una forma de vida tal que a su manera preparó la caída moral de Judá. Personificó toda la maldad de sus padres.

Cómo el pueblo de Judá se había contaminado tanto con la adoración de los dioses ajenos, cuando llegó Atalía con los sacerdotes de Baal, no reaccionaron y permitieron con su pasividad que Atalía hiciera lo que ya tenía pensado hacer.

Mucho de lo que Atalía hizo en Jesusalén se asemejaba a lo que Jezabel había hecho en Jezreel, en Samaria. La capital de Judá se llenó de templos a Baal y el paganismo avanzó a pasos agigantados. Muchos de los que aún conservaban algo de la adoración a Jehová tuvieron que partir a otros lugares.

En ese contexto, surgió Jehú, quién eliminó la dinastía de Acab en Israel y asesinó a Ocozías, hijo de Atalía. Ante este cuadro dramático Atalía decidió exterminar a los otros hijos de Joram, su esposo, quienes podrían ser posibles herededores del trono y se auto proclamó reina.

Un hijo de Ocozías, Joas, se salvó milagrosamente, y fue escondido por una hija del rey Joram, su tía, hermana de Ocozías. Atalía logró reinar durante seís años, pero al final el sacerdote Joyada, esposo de la tía de Joas quien lo había criado, proclamó a Joas como rey. El resultado final fue la ejecución de Atalía y la destrucción de todos los altares de Baal en Judá.

Es una época donde la barbarie reina, sin embargo, de todos modos, un mensaje prima, que es aunque el mal reine por un tiempo, tarde o temprano cae por su propio peso y todo se ubica en su justa medida. El nieto de Atalía, Joas, no heredó su perversidad ni la de sus bisabuelos y construyó un reino cuya base fue Dios. Así es siempre y esa es la esperanza que nos anima.

¿Por qué Atalía repitió el mismo modelo perverso de sus padres?

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013
Del libro inédito: Cada vida un universo
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1 comentario:

  1. En educación existe una nueva teoría (aunque había oído hace algunos años algo parecido) de que aparentemente la manera de aprender se hereda. Aunque las implicaciones de la investigación son aterradoras (es como decir que no tenemos remedio) el aprendizaje social tiene un impacto increíble sobre la próxima generación. De lo que he leído (gracias por compartir la lectura) la vida de Atalía me deja ver dos cosas: 1. Quien sigue el modelo de sus padres disfuncionales, termina siendo disfuncional también. 2. El impacto social no es lograr liderar tu comunidad sino tu familia. 3. El contexto de lo leído se da dentro de una organización de índole espiritual (Israel). Por lo tanto, dentro de la iglesia también se pueden generar generaciones perversas. 4. Mi reponsabilidad como padre es lograr que mi hijo pertenezca a una generación victoriosa. 5. ¡Cortar de raíz un mal heredado es un verdadero reto!

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