Servicial


“Así que llamaron a Rebeca y le preguntaron: —¿Quieres irte con este hombre? —Sí —respondió ella” (Génesis 24:58) 
Seguramente en el camino Eliezer pensó una y otra vez cómo iba a cumplir el mandato de confianza que su amo le había encomendado: Traer una esposa para su hijo de la tierra de su familia. Eliezer era un siervo, pero se había convertido en una persona de la confianza de Abraham, así que sentía una gran carga para hacer las cosas bien.

En el camino pensó en un perfil de mujer. No podía ser cualquiera porque tenía que estar dispuesta a viajar muy lejos para unirse en matrimonio con alguien que no conocía, sin embargo, sentía que eso podría arreglarse si conocía a la indicada y convencía a su familia de darla en matrimonio.

Al llegar al lugar, esperó junto a sus acompañantes y los 10 camellos de su caravana junto al pozo, como buen beduino sabía que la tarea de buscar agua era de las mujeres, así que en algún momento vería a las muchachas del pueblo y podría ver si había alguna que calzaba con lo que buscaba.

Al ver a Rebeca quedó prendado de ella y mucho más cuando le solicitó agua y ella no sólo se ofreció darles de beber sino sacar agua para los camellos, lo que suponía un gran trabajo y una muestra muy grande de generosidad.

Pronto se enteró que ella era hija de Betuel, sobrino de Abraham. Al llegar a su casa expresó la razón por la cual iba, les contó de su oración junto al pozo pidiendo a Dios que le dirigiera.

Lo impresionante de la historia es que la decisión no la tomaron los varones adultos de su familia, como era la costumbre, sino que le preguntaron directamente a Rebeca si quería ir o no, a lo cual ella accedió.

No se acostumbraba a hacer eso en ese tiempo. Las mujeres no podían elegir esposo, esa era tarea de los padres, en este caso se saltaron eso y dejaron la elección en ella. Tal vez entendieron que el asunto era más importante de lo que estaban acostumbrados y era preciso actuar de otra manera. Eliezer oró pidiendo sabiduría y se encontró con Rebeca. No fue Dios quien le dio esposa a Isaac, fue Rebeca la que accedió creer que allí había algo de Dios.

¿Por qué es tan importante entender que Rebeca fue por su propia voluntad?

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. 2013
Del libro inédito: Cada vida un universo
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