“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso” (Mateo 11:28)
Muchas personas actúan como si el descanso fuera un lujo que no se pueden permitir. Incluso hay algunos que sufren de lo que Viktor Frankl llama “la angustia del domingo”, donde algunos están en sus casas como leones enjaulados porque no tiene trabajo para hacer.
Digamos que el trabajo es una bendición, pero sin equilibrio se convierte en todo lo contrario. El descanso es fundamental para vivir una vida sana y fructífera. Pero, hay que aprender a descansar, porque de otro modo las personas se convierten en adictos al trabajo, el llamado “workaholic”, una forma eufemística de expresar que son personas que no han dado equilibrio a su vida.
Dios estableció seis días para trabajar y uno para descansar, en la mayoría de las culturas se respeta un día de descanso y muchos han incorporado un segundo, pero en todas las civilizaciones hay personas que simplemente, no hacen caso del consejo divino, llegan a sus casas y están pasados de velocidad y siguen trabajando, sin dar descanso.
¿Qué descanso se necesita? Las personas descansan con un cambio de actividad, que siempre debe ser contraria a la que realiza todos los días en su trabajo. Por ejemplo un oficinista, abogado o docente, que la mayor parte del tiempo realiza trabajos sedentarios, debe el fin de semana descansar haciendo una actividad que le exija ejercicio físico, y a la inversa, alguien que toda la semana se dedica a actividades demandandes desde la perspectiva física, debe ocupar su tiempo libre en actividades más pasivas. Se trata de equilibrio.
El descanso energiza y ayuda a que las personas retomen nuevas fuerzas para continuar con todo lo que tienen para hacer.
Muchos optan por dormir la mayor parte del tiempo libre, pero eso no es sabio, al contrario, porque produce problemas físicos asociados a la inactividad.
Dios nos dio sabiduría para ocupar el tiempo de manera sabia. Una forma correcta de hacerlo, es trayendo equilibrio a la existencia. Así que este es un obstáculo que deben salvar, especialmente los adictos al trabajo.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: Superando obstáculos
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