“Oh Dios, los pueblos paganos han invadido tu herencia; han profanado tu santo templo, han dejado en ruinas a Jerusalén” (Salmo 79:1)
El salmo 79 es complejo. Contiene una teología difícil de entender en el contexto de un Dios de misericordia y amor. Aparentemente Dios es un ser vengativo y cruel. La forma en que lo ve el salmista sugiere que Dios actúa por enojo y venganza. ¿Es esa la lectura que hay que hacer?
Es difícil entender que los escritores bíblicos responden también a una cultura y a un entorno desde el cual dan a conocer su visión de Dios. No es posible que ellos escapen a su realidad contextual, son hijos de su tiempo.
¿Cómo se concebía a Dios en ese momento? Precisamente como lo describe el salmo, un Dios que está castigando a su pueblo con una cantidad enorme de calamidades, utilizando a otros pueblos como verdugos.
El salmista le implora que deje a un lado su enojo. “¿Hasta cuándo, Señor? ¿Vas a estar enojado para siempre? ¿Arderá tu celo como el fuego?” (Salmo 79:5).
El problema con esta perspectiva es que es falsa, es la visión de un ser humano tremendamente dolido por las consecuencias nefastas que están viviendo. Pero, que no son más que eso, consecuencia de sus propias malas decisiones. Un pueblo nacido para convertirse en lumbrera y lámpara para otros, se ha tornado arrogante y soberbio, y como consecuencia han perdido la protección divina.
La preocupación del salmista es que sus vecinos hagan mofa de ellos (Salmo 79:4), y le implora a Dios que actúe con venganza contra los que han atacado a Israel (Salmo 79:6).
El Salmo no fue dictado por Dios. Corresponde a la visión de alguien que tiene un gran dolor, pero que es incapaz de darse cuenta que el sufrimiento que experimenta es consecuencia de las malas decisiones que ha tomado en el pasado. Tal como ocurre hoy, que es más fácil culpar a Dios o responsabilizarlo a él por lo que nos ocurre, que admitir nuestra propia culpa en el asunto y entender que la mayor parte de lo que nos ocurre, es por nuestra decisión.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito:
SALMOS DE VIDA
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