“Acordaos de la palabra que yo os dije: Un siervo no es mayor que su señor. Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros; si guardaron mi palabra, también guardarán la vuestra” (Juan 15:20)
Aunque suene duro o difícil de entender, la realidad, es que hay cristianos con evidentes rasgos de psicopatía. Leen estos versículos de Jesús y cuando son atacados se alegran porque creen que están cumpliendo, pero, no se dan cuenta, que es su conducta inapropiada y beligerante la que provoca esas reacciones, no la humildad ni la fidelidad a los dichos de Jesús.
Me horroriza pensar que algunos psicópatas cristianos son además, líderes en congregaciones religiosas. Hay diferentes tipos de conductas psicopáticas, pero todos comparten un común denominador: La conducta antisocial o definitivamente, provocadora para el medio social donde vive.
Muchos sociópatas y personas con rasgos psicopáticos se hacen cristianos, con el fin de superar algunas de las problemáticas que traen de base, sin embargo, si no son tratados y ayudados profesionalmente, la religión, a menudo, lo que hace es exacerbar sus características peligrosamente nocivas.
En su obra Las personalidades antisociales el Dr. David Lykken, un especialista en el tema, hace un análisis de las diferentes formas de comportarse que tienen los psicópatas, y una de ellas es la violencia con la que suelen expresarse, especialmente, con personas que no coinciden con sus puntos de vista o formas de vida.
Las redes sociales han revelado la mejor cara de muchos que la han convertido en una herramienta útil para la evangelización y compartir la esperanza, no obstante, otros, que no saben que poseen una patología de la personalidad lo han hecho un campo fértil para expresar su violencia de las formas más horribles. Hace días leí lo que escribe una persona X, que suele insultar a católicos, protestantes y todo aquel que no comparta sus puntos de vista de una forma horrorosa para alguien que dice amar a Cristo. Si no se le pone alto, el nombre de Cristo es enlodado.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez
Del libro inédito: Reflexiones al amanecer
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