¿Qué significa sujetarse?



“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos,  como al Señor” (Efesios 5:22)

El día de ayer analizamos el sentido de este versículo a la luz del que no suele citarse, el versículo 21 que habla de someterse mutuamente, es decir, varones a mujeres y mujeres a varones.

Basados en esta cita, así suelta, sin análisis de contexto histórico-cultural ni textual ni lingüístico, muchos llegan a la conclusión que la mujer debe someterse al varón unilateralmente sólo por el hecho de haber nacido con determinadas características sexuales, así sin más y haciendo que Dios actúe discriminando a la mujer desde nacimiento, sin siquiera haber tenido la oportunidad de optar. Dios aparecería así como el gran alcahuete de la humanidad que validaría con su orientación los millones de abusos que diariamente se hacen contra la mujer teniendo este versículo como respaldo.

¿De qué tipo de sujeción está hablando Pablo en esta cita? ¿Qué tenía en mente Pablo y qué entendieron los lectores primarios del apóstol, que ciertamente no somos nosotros? Lo primero que es preciso aclarar es que la palabra griega que se traduce por sujeción, es decir hupotásso, no lleva la idea de obediencia como algunos en una lectura superficial sugieren.

Como señala Marga Muñiz: “En griego, los verbos tienen tres voces: activa, pasiva y media, a diferencia del español, que sólo tiene dos: activa y pasiva. En griego, la voz activa describe al sujeto como produciendo la acción... la voz media es ese uso del verbo que describe al sujeto como participando en los resultados de la acción... la voz pasiva denota al sujeto como recibiendo la acción” (Muñiz, 2011:59). En este caso, el verbo está en voz media y no hay una correspondencia de dicha voz al español. Eso implica, que lo que Pablo expresa, se refiere al sujeto participando de la acción y en este caso le está diciendo que participe de un “compromiso voluntario”, si “dicha sumisión se impone y quita la libertad, es decir, si pierde el sentido reflexivo, se convierte en abuso de poder, en subyugar, en sojuzgar” (Ibid, 60). Algo que por el contexto se entiende que no es el propósito de Pablo.

El ejemplo es Jesús, por lo tanto, el vínculo que lo guía es el amor, no la imposición arbitraria. Compromiso, no sujeción despótica es la sugerencia.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013
Del libro inédito: Lazos de amor
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1 comentario:

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