Herido por mis amigos


“No me ha ofendido un enemigo, cosa que yo podría soportar; ni se ha alzado contra mí el que me odia, de quien yo podría esconderme. ¡Has sido tú, mi propio camarada, mi más íntimo amigo, con quien me reunía en el templo de Dios para conversar amigablemente, con quien caminaba entre la multitud!” (Salmo 55:12-14).
Tal vez no haya dolor más amargo que el ser traicionado por alguien que suponíamos cercano. Duele más la estocada de quien dice amarnos que de un extraño. De alguien que no conocemos, podemos superarlo de manera rápida, pero de una persona íntima, que nos ha abrazado y que ha estado a nuestro lado, es una herida más profunda.

Eso es lo que más impresiona de este salmo. David, con una tristeza infinita, expresa el dolor de sentirse traicionado por personas que decían amarlo. Ese sentimiento corroe las entrañas, horada la esperanza y hace temer que en el futuro será muy difícil confiar.

¿Cómo confiar de nuevo si la persona más cercana ha sido la que te ha traicionado?

Ese mismo sentimiento albergan quienes ven a maridos o esposas, que de pronto, de un día para otro se convierten en extraños, en personas que no conocemos, porque con su violencia, indiferencia o desprecio saben herirnos donde más nos duele.

Si el salmo terminara allí entonces sería desalentador, sin embargo, más adelante exclama: “Me quejaré y lloraré mañana, tarde y noche, y él escuchará mi voz” (v. 17). Esa es la parte más hermosa de la religión, la convicción de que aunque nos fallen los amigos, los cónyuges, o personas en quienes confíabamos, Dios nunca, por ninguna razón nos traicionará.

El salmo termina con un gesto de confianza: “Deja tus preocupaciones al Señor y él te mantendrá firme” (v. 22). Así ha sido siempre y seguirá siendo, Dios no nos abandona ni nos falla.

¿Conoces a ese Dios que nunca nos abandona?

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013
Del libro inédito: Salmos de vida

Comparte en:    Facebook Twitter Google+

1 comentario:

  1. YO PERSONALMENTE FUI HERIDA POR UNA AMIGA QUE PARA MI ERA COMO MI FAMILIA AUN TODABIA ME DUELE EL CORAZON POR SU CANBIO.

    ResponderEliminar

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.