Nada encubierto


“Porque no hay nada encubierto que no llegue a revelarse, ni nada escondido que no llegue a conocerse” (Mateo 10:26)
Los siete de Auschwitz, 1944

Los esbirros del horror siempre obran del modo que lo hacen porque llegan a creer que sus crímentes quedarán escondidos por la historia, sin embargo, vez tras vez nos sorprendemos como de una u otra forma, la historia se encarga de sacar a luz lo que algunos han ocultado con tanto esmero.

65 años después del final de la Segunda Guerra Mundial, en uno de los antiguos muros de Auschwitz, se descubrió un mensaje de siete presos del campo de concentración nazi en el interior de una botella. El mensaje dice:

“Campo de concentración de Auschwitz, 20-09-1944, búnker antiaéreo. Estos presos lo han construido: Nº 121.313 Jankowiak Bronislaw de Posen, 130.208 Dubla Stanislaw de Laskowice, 131.491 Jasik Jan de Radom, 145.664 Sobczak Waclaw de Konin, 151.090 Czekalski Karol de Lodz, 157.582 Bialobrzeski Waldemar de Ostroleka, 12.063 Veissid Albert de Lyon (Francia). Todos de edades entre 18 y 20 años”

La cuadrilla compuesta por un grupo de cristianos condenados por sus creencias y por el desprecio que sentían hacia los actos de los nazis ha salido a la luz mientras una cuadrilla de obreros reformaban una escuela en Oswiecim, una localidad al sur de Polonia.

Según se menciona en un comunicado del Museo de Auschwitz, los autores de la nota “eran jóvenes e intentaban dejar tras ellos alguna pista de su existencia”. Seis de los prisioneros eran cristianos polacos, y uno de ellos era un deportado hebreo francés, quienes dejaron su huella en un pedazo de papel arrancado a una bolsa de cemento.

No es posible esconder el horror. Siempre sale a la luz por más esfuerzos que hagan los victimarios en esconder sus crímenes. El enemigo de Dios no tiene el poder de ocultar su estela de horror. Esos jóvenes que murieron por su fe, figurarán sin duda en los anales de los hechos de los cristianos que fueron capaces de seguir siendo fieles a Dios pese al horror.

Ser cristiano en épocas de paz, no cuesta mucho. El verdadero desafío es seguir siendo creyente cuando la fe es puesta a prueba por el horror.

¿Serías capaz de ser fiel a tu fe aún a riesgo de tu vida? Muchos han ofrendado su vida por su fe, ¿serías capaz de ser uno de ellos?

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013
Del libro inédito: Héroes de verdad
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