Preguntar e indagar no es pecado


“Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?” (Juan 14:5)

Los prejuicios nacen y muy pocas veces se sabe cómo y por qué una idea se desarrolla de la forma en que lo hace. Lo cierto es que cuando un concepto se posesiona del conciente colectivo adquiere ribetes de verdad incuestionable. Algo similar a lo que ocurre con Tomás cuando se lo acusa de ser incrédulo y dudar.

He escuchado muchas veces suponer que Tomás era una especie de infiltrado en las filas de Jesús, que llevaba a los demás a no creer y a la perdición.

Recuerdo en mi época de estudiante de secundaria a una profesora que ante una pregunta que le hice me miró fijamente y con los ojos inyectados de ira me dijo:

—Hay preguntas que no deberían hacerse, eres como Tomás, siendo impertinente en hacer ese tipo de indagaciones.

Me quedé mudo, sin entender realmente lo que quería decir, pero enojado porque me parecía que mi pregunta era simplemente una cuestión honesta de alguien que quiere saber bien, antes de tomar una decisión.

En la Edad Media se vendió la idea de que Tomás era una especie de discípulo renegado y rebelde por dudar de lo que se decía de Jesús. Se usó su figura para oponerse a todo aquel que osara preguntar algo que incomodara a los que tenían el poder.

Sin embargo, la historia no es así. Lo que se muestra en el perfil de Tomás es que era una persona honesta que antes de tomar una decisión quería tener todas las evidencias. Es probable que al ser mellizo, tuvo que enfrentar situaciones en las que más de alguna vez tuvo que corroborar que él no era su hermano y eso lo hizo ser cauteloso a la hora de las evidencias.

Lo cierto es que Jesús lejos de criticarlo accede a su petición y cuando está frente a él lo invita a verificar las evidencias de que Él realmente era Jesús. Cuando Tomás estuvo convencido fue el primero de los discípulos en declarar a Cristo como Dios e inclinarse ante él en actitud de reverencia. Había aprendido a creer luego de las evidencias lo que no es un mal hábito.

¿Estás seguro que crees en base a evidencias y no por mera emoción?

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013
Del libro inédito: Cada vida un universo
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