Para siempre


“Yo te haré mi esposa para siempre” (Oseas 2:19)

Estuvieron casados más años de los que se pueden acordar. Mario Soto fue pastor durante décadas y trabajó en el área financiera de la iglesia. Un día su amada esposa, aquella con la cual había planeado un viaje por años para visitar a sus hijos, enfermó gravemente. Al comienzo fueron pequeñas señales casi sin importancia, olvidos pequeños, frases inconclusas, confusión de conceptos, hasta que llegó el diagnóstico devastador: Demencia senil y Alzhaimer.

Desde ese día la dinámica de Mario cambió abruptamente. Empezó a cuidar a su esposa lo mejor que pudo, hasta el día en que se dio cuenta que ella estaría mejor siendo cuidada por profesionales que la atendieran de otra forma.

Poco a poco su mente se fue perdiendo. Pero Mario continuó visitando a su esposa todas las semanas. En algunas ocasiones ella le sonreía al llegar y en un par de veces ella dijo su nombre. El resto del tiempo estaba ida, sin reconocer a nadie y con la cara dulce que siempre tuvo.

Un día le preguntaron a Mario:

—¿Por qué la sigues visitando si ella no sabe quién eres?

Y el respondió rápidamente:

—Pero yo si sé quién soy, su esposo.

Hay cosas que no se logran entender plenamente, una de ellas es la fidelidad. Cuando se decide amar no es por un momento y bajo circunstancias agradables solamente, es para toda la vida, incluso para aquellos momentos donde amar se torna muy difícil.

Lástima que tantas personas hayan abandonado el ideal del “para siempre” y se conformen con “hasta que surjan problemas”.

Un esposo o esposa que realmente desea hacer las cosas bien, decide amar para siempre aún cuando eso implique pasar por momentos dolorosos. El día que dirigí el funeral de la esposa de Mario él me dijo:

—Algún día me voy a reuniré con ella para siempre.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013
Del libro inédito: Lazos de amor
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1 comentario:

  1. Se que DIOS me dará un esposo así, y con su gracia yo seré una esposa así para él. DIOS es tan bueno, su amor traspasa todas las circunstancias, y nos lleva más allá de la muerte, a vivir finalmente con el.

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