“El día en que fueron creados, los bendijo y los llamó ‘Adán’” (Génesis 5:2)
Mujeres teólogas
Han pasado veinte siglos y aún hay varones que defienden modelos patriarcales dignos de la oscuridad tétrica del medievo, utilizando de manera amañada textos bíblicos para justificar interpretaciones sesgadas sobre la “sumisión” de la mujer. Avergüenza saber que muchos de ellos se consideran a sí mismos “expertos en teología” y “conocedores de la Palabra”, lo mismo que muchos esclavistas que iban a la iglesia a adorar a Dios mientras tenían en las barracas encadenados a otros seres humanos considerándolos de segunda categoría. La ideología es la misma, aunque la vistan de erudición la discriminación y el sexismo son contrarios al plan de Dios.
Jesús tuvo discípulas (Lucas 8:1-3) aunque lo nieguen muchos. Le encomendó a una mujer dar a conocer el más extraordinario mensaje de la cristiandad, la resurrección (Juan 20:18). Contra toda lógica de su tiempo le enseñó a una mujer admitiéndola como discípula (Lucas 10:39). Y, lo más importante se pasa por alto. Nunca, ni siquiera por insinuasión Jesús validó los conceptos que había en su época de desprecio y sumisión de la mujer, al contrario, realizó una labor silenciosa y revolucionaria de equidad, que aún hoy, dos mil años después, algunos siguen sin ver ni comprender.
A lo largo de la historia de la teología, la Biblia ha sido interpretada y predicada, mayoritariamente por hombres, no porque Dios lo quisiera así, sino porque se ha desconocido que Dios llamó a todos al cumplimiento de la misión y nunca encargó tareas específicas para varones ni mujeres. Muchas mujeres han tenido que dar una dura lucha para hacerse oir en la teología.
Aún recuerdo el mazazo intelectual que me significó el libro “Barro y aliento”, escrito por Mercedes Navarro, el mejor análisis exegético y narrativo de Génesis 1-3 que he leído. Phyllis Trible, Dolores Aleixandre, Uta Ranke-Heinemann, Elsa Tamez, Teresa de Jesús, Elizabeth Schuller-Fiorenza, Catherine Kroeger, y muchas otras que he leído y evoco a medida que escribo, son un recordativo que alguna vez muchos varones tendrán que pedir perdón por el orgullo de creerse superiores y mirar por sobre el hombro a mujeres extraordinarias que han dejado mensajes lúcidos e inteligentes, que muchos siguen desconociendo por su ideología sexista, androcéntrica y discriminadora. Aunque a algunos les duela saberlo Dios dio el poder de pensar a varones y mujeres. La teología no es patrimonio masculino.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013 Del libro inedito: Héroes de verdad
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