Romper mitos


“La mujer dejó su cántaro, volvió al pueblo y le decía a la gente: —Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será éste el Cristo?” (Juan 4:28-29)


Antoniette Louise Brown (1825-1921)

Sólo en la eternidad se conocerá las luchas de las mujeres que hicieron todo lo posible para destacar en áreas reservadas normalmente para varones. Muchas de ellas, sufrieron lo indecible, para que muchas mujeres pudieran luego actuar con libertad en áreas que se consideraba de exclusividad varonil.

Antoniette nació en el seno de una familia religiosa. Desde niña sintió el llamado al ministerio pastoral, sin embargo, eso no era posible para la mujer en ese momento porque se consideraba una aspiración impropia.

Poseía una capacidad intelectual superior, por eso a los 16 años ya ejercía como maestra de una escuela primaria. Con su trabajo comenzó a ahorrar dinero con el fin de ir a Oberlin College con el fin de estudiar teología y convertirse en pastora. Con el apoyo de sus padres que creían en la igualdad de oportunidades para varones y mujeres, se matriculó en 1846 en Oberlin.

Antoniette Louise Brown
Estudió lo que le estaba permitido a las mujeres, pero luego de graduarse en literatura solicitó su admisión en el curso teológico que preparaba ministros. La administración de la universidad le negó la posibilidad de ingresar arguyendo que dichos estudios eran exclusivos para varones. Sin embargo, Antoniette insistió y se la admitió bajo ciertas condiciones, una de las cuales era que aunque tuviera la preparación no iba a recibir una calificación para el pastorado.

En el transcurso de sus estudios se convirtió en una prolífica escritora y además, en una oradora muy popular que era invitada continuamente a dar charlas en diferentes iglesias a lo largo de EE.UU. En 1852, finalmente fue ordenada al ministerio y se convirtió en la primera mujer en ser ordenada al ministerio pastoral en los EE.UU. Junto a su esposo que la apoyaba cien por ciento, ejerció su ministerio de una manera fructífera.

Los vendedores de caos que tienen un discurso que apelan al terror y el miedo, nunca han podido mostrar que la ordenación de Antoniette y las muchas mujeres que le siguieron, hayan ocasionado un grave problema a la cristiandad, al contrario, muchos han sido beneficiados con el equilibrio que supone la participación de varones y mujeres en el ministerio pastoral, lección que en pleno siglo XXI algunos se niegan a ver.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013 Del libro inedito: Héroes de verdad

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