“Llorando, se arrojó a los pies de Jesús, de manera que se los bañaba en lágrimas. Luego se los secó con los cabellos; también se los besaba y se los ungía con el perfume” (Lucas 7:38)
La mujer se acercó a Jesús. Lo hizo como miles de mujeres que en tiempos de Cristo hicieron lo mismo y las millones que siguen haciéndolo hasta el día de hoy. El cristianismo está formado en forma mayoritaria por mujeres. ¿Por qué?
¿Por qué en tiempos de Cristo las primeras en venir a Jesús eran mujeres.? ¿Por qué la mayor parte de los cristianos en el mundo son mujeres? La mujer, ungió a Jesús, sabía que iba a morir. Ella quería hacerle un homenaje en vida. Lo preparaba para el sepulcro, en muchos sentidos, estaba pensando en Cristo antes que en ella. Sus lágrimas no eran de tristeza, sino de agradecimiento. En Jesús se sentía digna, respetada e incluída.
Lo mismo que ha pasado con millones de mujeres que sienten que Cristo rompe los moldes de opresión y deja a un lado toda forma de discriminación y maltrato. Nunca Jesús, por ninguna razón, validó las formas burdas de descrédito que existían hacia la mujer en su tiempo. Cristo no permitió que su cultura le indujera a creer que había personas de primera y segunda categoría.
La gran incoherencia del cristianismo es que aunque Cristo no discriminó a nadie, los que han secuestrado el poder en la iglesia, discriminan por género, por sexo, por raza y por posición social. Nunca una persona de raza negra ha sido dirigente de alguna de las denominaciones señeras de nuestro mundo, y tampoco, las mujeres han gozado del privilegio de ser tenidas en cuenta como seres pensantes y líderes. Cristo aún sigue en la cruz de la vida de muchas personas que aunque entienden que Jesús libera, viven en medio de sociedades cristianas que no aceptan ni cambian su perspectiva opresora a favor de un Jesús liberador.
Si fuera por la imagen que se presenta Jesús éste sería racista, sexista, misógino y amante del poder. ¡Gracias a Dios que las Escrituras existen! Porque si fuera por las interpretaciones que algunos pseudo cristianos hacen, la imagen de Cristo sería terrible.
La prostituta que se acercó a Jesús, lo hizo con la convicción de que no sería rechazada. Sabía en quién había creído. Lástima que algunos aún no lo sepan, y si llegan a saberlo, lo callan.
Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014. Del libro inédito: Cada vida un universo
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