“De manera que cuando vino una inundación, el torrente azotó aquella casa, pero no pudo ni siquiera hacerla tambalear porque estaba bien construida” (Lucas 6:48)
La palabra “relación” sugiere vínculo, unión, puente, nexo e intimidad. Sin embargo, no es connatural al ser humano, sino que es preciso aprender a “relacionarse”.
¿Por qué venimos a la vida de otra persona? ¿Por qué nos vinculamos en relaciones de pareja y matrimonio? La respuesta es simple y a la vez compleja, es por relación, es porque los seres humanos nacemos para vincularnos. La soledad no sólo maldice la vida humana, también provoca que los seres humanos construyan vínculos tóxicos cuando no entienden la importancia de la relación.
Una relación es como una construcción. En una casa, todo importa y bien lo saben los constructores que velan para que cada detalle sea atendido de manera adecuada, especialmente, en lo que concierte en construir de acuerdo a los planos del arquitecto.
La relación de pareja se construye cuando cada miembro de la pareja entiende que el vínculo se trata de construir la vida afectiva y emocional del otro. Una persona que se relaciona en una unión de pareja, no lo hace para ser destruido, ni anulado ni dejado a un lado. Se enamora porque entiende que la otra persona nutre su existencia, no sólo con su presencia pasiva, sino con sus acciones tendientes a hacer que el otro se sienta lo más cobijado posible desde el punto de vista afectivo.
En algún momento de la historia humana se confundió la relación exclusivamente con un pacto legal. La relación es anterior a cualquier compromiso y posterior a cualquier legislación. Puede existir un documento que diga que una pareja está unida en matrimonio, pero eso no significa nada si los mismos no viven una relación.
Cuando nos relacionamos en la intimidad que supone una pareja con la intencionalidad expresa de respetar la individualidad de nuestro cónyuge, entonces, hay muchas posibilidades de que dicho vínculo prospere. Cuando es al revés, el egoísmo termina por matar la ilusión.
Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: LAZOS DE AMOR
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