“Tener amor es ... soportarlo todo” (1 Corintios 13:7 DHH2002)
Un amor vivido sin cautela puede exponer a las personas que actúan de ese modo a riesgos innecesarios. El amor tiene un contexto, y es precisamente, reflejar el carácter de Dios. Si eso no ocurre, no es amor, sino una falsedad.
Cuando conocí a Laura parecía una mujer anciana, aunque aún no llegaba a los 50 años. Sus hijos se habían marchado de casa, algunos muy lejos de dónde ella vivía, por lo que a algunos no los veía desde hace mucho tiempo. Hablaba en voz baja, era temerosa de expresar su opinión, cuando estaba al lado de su esposo era como una sombra, no emitía palabra, y sólo se limitaba a sonreír tímidamente. Algo extraño había en ella, pero no lograba dilucidar qué era. Su esposo una persona muy reconocida en la comunidad, resultaba ser todo lo contrario, una persona expresiva, risueña, segura de sí misma y muy respetada. Algunos decían que era todo lo contrario de su esposa, y tenían razón.
Un día Laura apareció en nuestra casa a las dos de la mañana. Nadie hace visitas a esa hora, a menos que sea algo urgente. Llegó temblorosa, venía con ropas muy delgadas, aún cuando hacía un frío que calaba los huesos. Apretaba un pañuelo entre sus manos y temblaba, al principio pensé que de frío, luego entendí que era porque estaba sumamente nerviosa.
Esa noche nos contó a mi esposa y a mi una historia de terror. Abuso físico, sexual y emocional. Chantajes, control de dinero, impedimento de ver a sus hijos, aislamiento social, humillaciones, y una serie de conductas que difícilmente encajaban con el perfil público de su esposo. Nos trajo pruebas, escritos ofensivos, un video que ella había grabado en secreto, cartas de sus hijos donde le reprochaban el que se mantuviera con él. Poco a poco nos rendimos ante la evidencia. Entendimos que estábamos ante un monstruo que se disfrazaba de cristiano cada fin de semana para engañar a otros y abusar de su esposa.
¿Soportarlo todo? No, el soportar que estaba pensando Pablo se refería a personas que están dispuestas a ponerse a sí mismas a un lado, por amor, que ofrendan sus vidas por amor. Pero no se refiere, a dejar que otra persona, nos abuse, nos maltrate, nos humille, nos haga perder nuestra dignidad, o nos convenza que somos basura. El amor tiene límites, el primero es que el amor no hace nada indebido (1 Corintios 13:5).
Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: LAZOS DE AMOR
#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria

0 comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.