Con instrumentos de cuerda


“¡Cántenle himnos al son de instrumentos de cuerda y con voces melodiosas!” (Salmo 98:5 TLA)

Me gusta tocar la guitarra, es mi instrumento favorito, pero seguramente el versículo no está hablando de ese instrumento, sino de las cuerdas que en ese momento se conocían: El arpa, la cítara, el laúd, la lira, o el decacordio. Hasta allí no hay problemas, porque sugiere que hay que cantar cantos (esta versión traduce “himnos”, que no es muy exacto, en ese momento no existían lo que hoy conocemos como himnos, así que lo más exacto es cánticos).

Lo interesante de este y otros versículos similares, es que no nos dice qué instrumentos de cuerda debemos utilizar ni qué tipo de cánticos debemos entonar, sólo hace una invitación a cantar, nada más, acompañado por un instrumento de cuerda.

Sugerir que los únicos instrumentos aptos para la adoración son los que aparecen en la Biblia, no sólo es absurdo, sino que limita la creatividad humana y su expresión espontánea.

Hay miles de instrumentos de cuerda: piano, guitarra, violín, viola, chelo, contrabajo, zamfoña, clavecín, dobro, kora, banjo, mandolina, bandurria, sitar, bajo, cuatro, guitarrón, charango, ukelele, jarana jarocha, salterio, címbalo húngaro, clavicornio, vihuela, babalaika, requinto, vina, cimbalón, espineta, clave, ronroco, veena, kantele, rabel, guilele, triple, y podríamos seguir indagando por instrumentos de los más variados y extraños, sin agregar las variaciones que hay de los que ya hemos nombrado. La creatividad humana no tiene fin.

Cántale a Dios, con el instrumento que quieras, aquí menciona instrumentos de cuerda, tampoco limita la adoración a sólo estos instrumentos, la invitación sólo es a cantar.

En todas las edades, el cántico, en todas las tonalidades, ritmos y melodías, ha sido una forma de expresión humana, un respiro para el corazón herido, y una forma de expresar nuestras más profundas emociones. Constituye una falta de respeto sugerirle a una persona que existe un sólo tipo de instrumento que Dios acepta, como si fuera un dios pequeño y egoísta. La realidad es que lo que Dios espera es sólo tu canto alegre y espontáneo con el instrumento que sea.

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2014 Del libro inédito: SALMOS DE VIDA 

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.