“—Si fueráis ciegos, no seríais culpables de pecado, pero como afirmáis ver, vuestro pecado permanece” (Juan 9:41)
¿Qué Biblia habrá leído Agustín de Hipona? Una cosa es cierta, no la misma que conozco desde que era niño.
Sin embargo, este hombre educado y supuestamente, conocedor de las Escrituras se atreve a decir: “La mujer es un ser inferior y no está hecha a imagen y semejanza de Dios. Corresponde, pues, a la justicia así como al orden natural de la humanidad que las mujeres sirvan a los hombres... el orden justo sólo se da cuando el hombre manda y la mujer obedece”. ¿Qué? ¿Será posible que lean y no entiendan.
¿Qué parte de “varón y hembra” no leyó este hombre? Génesis 1:26 y 27 menciona con claridad meridiana que el varón y la mujer fueron creados a imagen de Dios, sin duda, ambos con los mismos derechos y deberes. Bendecidos por Dios de una forma extraordinaria, y en ninguna parte de la Escritura se enseña que existe una “imagen de Dios”, inferior y otra superior.
Leer la Biblia y mirarla con los espejos oscuros del estereotipo y de los prejuicios, simplemente, es no permitir que la Escritura entregue su mensaje claro e indudable.
Lamentablemente, aún hay muchos cristianos que leyendo la Biblia siguen creyendo que el ser varón es superior y la mujer inferior. Por lo tanto, les resulta natural pensar como Agustín de Hipona que las mujeres fueron creadas para “servir” a los varones y deben conformarse con esa posición secundaria.
He leído y escuchado opiniones de creyentes honestos que equivocadamente piensan que por ser varones Dios les dio un privilegio superior y eso debe ser reconocido por las mujeres que deben tratarlos de esa forma.
En la lotería genética nacemos varón y mujer, eso no lo decide Dios. La divinidad creó el proceso, no elige el sexo de cada individuo. No entenderlo, es simplemente, caer en determinismos que nada tienen que ver la libertad y con Dios.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez
Del libro inédito: Ser mujer no es pecado
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