“No fortalecen a la oveja débil, no cuidan de la enferma, ni curan a la herida; no van por la descarriada ni buscan a la perdida. Al contrario, tratan al rebaño con crueldad y violencia” (Ezequiel 34:4)
Los malos pastores también son víctimas. Muchos de ellos tienen infancias infelices. He participado en la preparación de jóvenes para el ministerio durante 30 años, y he visto a cientos de ellos venir de hogares disfuncionales y de ambientes sociales paupérrimos. El evangelio es para ellos, literalmente la buena nueva, y confunden los tantos, porque piensan que el ministerio puede ser una buena oportunidad para ascender socialmente o superar las dificultades de su infancia o entorno. Craso error. Sin llamado de Dios, el que se convierta en ministro, terminará siendo un lobo violento y cruel.
Podría llenar cientos de hojas con los testimonios de personas que han sido heridas, maltratadas, violentadas y dañadas por individuos que supuestamente estaban llamados a hacer lo contrario.
La descripción de Ezequiel 34 es espeluznante. Llena de coraje leer las primeras lineas de este capítulo. Lo más extraño es que pareciera que fue escrito ayer porque la descripción que hace es contemporánea, señal de que ciertas cosas no cambian. Varían los personajes y los contextos sociales, pero el problema de fondo persiste.
¿Cuál es la labor de un pastor? El texto lo describe: Fortalecer a las ovejas débiles que siempre hay en el rebaño. Cuidar a las que están enfermas no acusarlas ni juzgarlas. Curar a las heridas poniendo paños sobre sus úlceras y dolores. Buscar a la descarriada y perdida, sin maltrarla por haberse ido. Si su pastor no hace esto, entonces, es señal de que no es lo que debiera ser, sino un lobo que se disfrazó para dañar.
“Si tienes cualquier motivación en la vida cristiana que no sea Jesucristo, eres un idólatra” (Paul Washer)
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito Reflexiones al amanecer
0 comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.