“El rescata tu vida del sepulcro” (Salmo 103:4a)
El autor del Salmo 103 hace una descripción psicológica extraordinaria del sentimiento que se tiene cuando se está caido en el suelo, sin nadie que nos levante. Literalmente, es sentir que se está dentro de un hoyo o metido en un sepulcro.
Cuando se está hundido, se tiende a perder la esperanza. La sensación de agobio elimina las ganas de salir y las fuerzas físicas y emocionales se confabulan para dejar al desanimado tirado en el suelo y con la sensación de estar en un pozo oscuro del que no se es capaz de salir.
“La persona que se siente desanimada no encuentra el impulso para actuar, para mantener una actividad ni para esforzarse” es “el desánimo alargado en el tiempo, el desánimo psicológico o carencia total de impulso y vitalidad” (Conangla, 2004:162).
En ocasiones la única salida es mirar hacia la divinidad y confiar que Dios nos de las herramientas para salir de una situación límite. Es lo que ocurre con el salmista que en un giro poético verdaderamente dramático compara su situación con la sensación de estar enterrado en un sepúlcro.
Dios puede sacarnos del pozo. Puede ayudarnos a levantar la frente para tener esperanza y comenzar a mirar la realidad de una forma distinta.
Dios muestra caminos que necesitamos con urgencia transitar cuando precisamente no tenemos el ánimo para buscar ni encontrar ningún sendero para salir del atolladero en el que estamos.
Dios desea rescatarnos de esa sensación de impotencia que se siente ante la oscuridad de un camino que no se ve.
Dios tiene los medios para ayudarnos a ver la luz al final del túnel. Nosotros, los desanimados, sólo debemos aferrarnos a esa esperanza. Es la luminosidad que se nos ofrece como la salida a una situación desesperanzada. Cuando comprendemos el actuar divino, entendemos que ninguna situación es final, siempre hay esperanza.
¿Qué quiere decir la Biblia con que Dios ofrece rescatarte?
Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: SALMOS DE VIDA
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