Riqueza


“Quien ama el dinero, de dinero no se sacia. Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente. ¡También esto es absurdo!” (Eclesiastés 5:10)

Uno de los mitos del éxito es creer que se refiere a dinero. Suponemos a priori que una persona que posea una gran riqueza es una persona exitosa y tendemos a creer lo contrario, tratar al “pobre” como una persona fracasada.

La realidad es diferente a ese estereotipo. De hecho, en numerosos estudios que se han hecho se muestra que muchas personas de dinero tienen más conflictos y problemas que quienes viven de un salario mensual.

Hay en el dinero una tentación que seduce hasta los más fuertes. Llegan a creer que la riqueza los hace poderosos y que por lo que tienen en la cuenta bancaria están por sobre los demás. Sin embargo, tal como lo señala Salomón, considerado el hombre más rico de su época, y algunos dicen que de todas las eras, que los que “aman el dinero” nunca se sacian, nunca tienen suficiente, siempre están buscando más, como si el conseguirlo fuera lo único que le diera sentido a sus vidas.

En su libro El mapa para alcanzar el éxito, el escritor John C. Maxwell cuenta que en 1923 se reunieron en el Hotel Edgewater Beach de Chicago, en Illinois, un pequeño grupo que en ese momento eran los hombres más ricos del mundo. Juntos constituían una elite de riqueza y poder. En ese momento ellos controlaban más dinero que el Tesoro de los Estados Unidos.

Sin embargo, años después la situación era muy distinta para esas personas. Charles Schwad, presidente de la industria independiente del acero murió en la bancarrota; Arthur Cutten, el más grande de los especuladores de trigo, murió en el extranjero como un indigente; Richard Witney, presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York, murió poco después de ser puesto en libertad de la prisión de Sing Sing; Albert Fall, miembro del gabinete de un presidente de los EE.UU., se le indultó de la prisión para que muriera en su hogar; Jess Livermore, uno de los más grandes de Wall Street, se suicidó al igual que Leon Fraser, presidente del Bank of International e Ivar Kreuger, jefe del monopopilo más grande del mundo.

El dinero es un medio, no un fin. El verdadero éxito no consiste en acumular riqueza, ese es un mito que es peligroso de creer.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: Superando obstáculos

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