El amor... “no es egoísta” (1 Corintios 13:5)
Jean Guitton señala que: “Lo que el amor tiene de admirable es que el servicio que nos hacemos nosotros mismos al amar, se lo hacemos también al otro, amándolo; más aún, se lo hacemos por segunda vez dejándonos amar”. Es decir, es en la manifestación real del amor donde verdaderamente amamos. Cuando dejamos de pensar en nosotros mismos y nos centramos en el otro, no sólo amamos, sino que recibimos amor de vuelta como resultado de nuestra incondicionalidad.
Una de las causas por las cuales el amor es tan mal entendido en nuestra sociedad contemporánea es porque la idea del servicio abnegado por el otro ha sido sustituida por el recibir, de una manera egoísta y narcisista. De hecho, asistimos a la resucitación de Narciso en una cultura autocomplaciente que busca sólo su propio beneficio aún a costa del de los demás.
El amor no puede perdurar en un ambiente de egoístas que sólo van buscando su propia satisfacción. En dicho contexto, el amor muere de inanición porque su esencia no se alimenta del recibir sino del dar.
Realmente, como diría Guitton, al amar nos hacemos un servicio a nosotros mismos porque sólo cuando amamos podemos esperar recibir la retribución del amor. Los que esperan ser amados para amar, a menudo mueren en la expectativa y se quedan sin nada.
El amor permite que los enamorados puedan aceptarse plenamente, con sus pro y contras, con sus fortalezas y debilidades. El amor tiene una mirada de tolerancia que no lo tiene nada ni nadie. Sólo el que ama puede cubrir faltas y perdonar errores.
El amor no juzga ni condena. Al contrario, el amor está presto para alentar el cambio, ayudando a quien desee ser ayudado, a superar las falencias propias de una naturaleza fallida.
El amor construye almenas en la arena y castillos en el mar. Los que aman son capaces de ver lo mejor del otro, porque la mirada del amor reconstruye. Los que aman experimentan las delicias del Edén anunciado porque de un modo u otro lo viven cada día. Amar es la mejor forma de vivir, porque todo lo que no sea amar, es una mentira solapada.
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Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito:
LAZOS DE AMOR
LAZOS DE AMOR
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