Mirar como Dios mira


“En cuanto al amor fraternal, no necesitan que les escribamos, porque Dios mismo les ha enseñado a amarse unos a otros” (1 Tesalonisenses 4:9)


El amor no cambia la realidad pero modifica la mirada. Sólo los que aman pueden ver en el amado lo que a los demás les está vedado. El amor permite una perspectiva diferente, la que da el amor, la que hace que las personas aparezcan con rasgos que nada ni nadie podría prever.

El gran escritor argentino Jorge Luis Borges, en su poema titulado “Otro poema de los dones”, lo expresa maravillosamente:

“Gracias quiero dar al divino

laberinto de los efectos y de las causas

[…] por el amor, que nos deja ver a los otros

como los ve la divinidad”.

Esa es la clave “ver a los otros... como los ve la divinidad”. ¿Cómo nos ve Dios? Ciertamente no como nos ven los demás, llenos de llagas incurables y apestosas y pestilentes falencias. Dios nos mira como somos en la perfección de su amor. Nos observa con una mirada llena de ternura y con dicha mirada cubre cualquier deficiencia nuestra. La mirada de Dios no sólo es de un cariño infinito, sino que Dios nos ve como somos en esencia: Individuos, y perfectos en su amor.

Mirar como Dios mira es adentrarnos en la inexplicable y enigmática acción del amor. Los que aman son capaces de apreciar rasgos, actitudes, bondades y pequeñas sutilezas que a los ojos de los demás parecen y pasan desapercibidas. Los ojos del amor modelan un ser diferente al que ven los demás, los que no aman, los que son extraños para esa persona.

El amor con esa mirada de bondad, además, produce lo que Dios hace, logra transformar, porque hace que el amado se quiera parecer más y más a esa mirada bondadosa que proyecta en nuestras vidas, virtudes que a veces están vedadas incluso para nosotros mismos. Dios en su magnífica instancia divina no se queda pegado con nuestros errores, al contrario, pasa de ellos para ir directamente a la esencia bondadosa que hay en cada humano y que Dios con su amor infinito hace aflorar.


Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: 
LAZOS DE AMOR

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