“Porque procuraba el bien de su pueblo y promovía su bienestar” (Ester 10:3)
El escritor Tomás Melendo Granados señala acertadamente que “el amor está esencialmente constituido por un acto de la voluntad, recio y estable, que pone en fecunda tensión a la persona entera y gracias al cual se descubre, elige y realiza el bien del ser querido” (Melendo, 2010:318).
Un factor no siempre puesto en la superficie reflexiva es que el amor “descubre, elige y realiza el bien del ser querido”. En otras palabras, el amor se entrega, no busca recibir en primera instancia. Como diría la Escritura, el amor es dar no recibir.
Por mucho tiempo se ha hecho énfasis en el “amor conquista”, en aquel que procura ganar espacios a partir de su propia satisfacción. Es un poco un amor narcisista, que va en función de quien lo recibe. Muchas personas califican el amor en la perspectiva del recibir, y no del dar. De hecho se forman o terminan relaciones en función de lo que se recibe, sin importar lo que se da.
En la consulta de orientación familiar tenemos muchos conflictos para hacer entender a algunas personas que el amor está en función del otro, en primer lugar, y secundariamente de sí mismo. Digamos que se recibe una retribución como elemento anexo a la realidad propia del amor. Quien ama lo hace sobre la base de amar. No es una redundancia, sino la constatación de que el amor ama sin esperar nada a cambio porque en el momento que “ama” esperando algo se convierte en trueque o transacción y pierde su esencia fundamental.
No significa que debemos vivir sin ser retribuidos, pero el amor se despierta por el amor, no al revés. Es el que ama el que recibe amor, luego de amar. Como diría el evangelio “nosotros le amamos a él porque él nos amó primero” (1 Juan 4:19).
Las parejas lograrán un mejor equilibrio en la medida en que cada uno está ocupado en amar. Amar sin condiciones, esperando que el amor sea capaz de curar heridas, despertar buenos sentimientos y cambiar situaciones difíciles. Sólo cuando se ha intentado el amor, y la otra persona no responde, es posible partir sabiendo que se hizo todo para amar.
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Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito:
LAZOS DE AMOR
LAZOS DE AMOR
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