Parte de la misión


“El Señor, el Dios del cielo, que me sacó de la casa de mi padre y de la tierra de mis familiares, y que bajo juramento me prometió dar esta tierra a mis descendientes, enviará su ángel delante de ti para que puedas traer de allá una mujer para mi hijo” (Génesis 24:7)


Los patriarcas eran, en su mayoría, sexistas, misóginos, y menospreciadores de la mujer. En muchos casos, violentos y faltos de empatía con las mujeres que les rodeaban, tal como el mismo Abraham lo demostró más de una vez con su propia esposa y con su concubina Agar. No se les puede pedir mucho más dada las condiciones de vida en las que se formaron, sin embargo, se hubiera esperado una actitud diferente al ser adoradores de Jehová, no obstante, aún siendo creyentes, su cosmovisión religiosa estaba afectada por su contexto cultural, como siempre ha sido a través de toda la historia.

Sin embargo, en toda su distorsión cognitiva afectada por su cultura, no dejaban de reconocer la importancia de la mujer en la formación de los hijos y en la estabilidad de un hogar, por esa razón es tan fehaciente Abraham con su siervo. Por ningún motivo quería que su hijo buscara una esposa entre las mujeres de Canaán.

No sólo es una cuestión religiosa, porque las mujeres de la tierra de Abraham también vivían en el paganismo, tiene que ver fundamentalmente con el proyecto de vida y la misión que ha aceptado Abraham de convertirse en el padre de una nación. Para esa tarea no puede andar con rodeos. Tiene que asegurarse que la persona que acepte el desafío no sólo tenga un carácter fuerte, sino que forme a una generación con esa idea en mente. Para eso sólo confía en las mujeres de su cultura, esa misma que ha abandonado para irse a una tierra extraña para formar un pueblo.

Los machistas y misóginos, por muy sexistas que sean, no pueden vivir sin una mujer. En el fondo, son dependientes de las mujeres porque les cuesta mucho armar su vida solos. En ese sentido, Abraham demuestra ser lo que todos los machistas de la historia han sido: Dependientes. A la hora de la hora se dan cuenta de la importancia de las mujeres en sus vidas. Si eso fuera acompañado de dignidad y respeto, otra sería la historia.




Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez
Del libro inédito: Ser mujer no es pecado


#MiguelÁngelNúñez #Meditacióndiaria #Devocional
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.