Amarse a pesar de los conflictos

“Amaos intensamente unos a otros” (1 Pedro 1:22 PER)
 

En esto del amor a veces se vende una idea equivocada de la relación de pareja. Se sugiere que un vínculo sano no debe tener desavenencias ni discusiones, pero eso es, simplemente, imposible. Una idea utópica nacida en la mente de algún vendedor de ilusiones que se autoengaña y miente al decir que ninguna pareja tendrá problemas. La realidad difiere mucho de ese mito. La verdad es que todas las parejas tienen y tendrán dificultades, eso es lo que le da sal y pimienta al asunto, de otro modo, sería medio soso.
 

El problema no son los conflictos sino la manera en la que se enfrentan y lo que se dicen uno al otro en la pareja. Si creo que cualquier situación es signo de que la relación va por la borda, entonces, no podré avanzar nunca, porque todos los días surgirán situaciones capaces de generar un problema. Puntos de vista, deseos personales, necesidades particulares, relación con los familiares, forma de enfrentar la vida en general, y un gran etcétera, porque la vida de pareja es mucho más que sólo caricias y buenas palabras. Implica aprender a vivir al lado de alguien que es totalmente diferente a mi en muchos aspectos.
 

Las parejas sanas pasan más tiempo concentrados en aspectos positivos de la relación que en mirar sólo las situaciones complicadas, y no que escondan o que evadan la realidad, pero aprenden a darle a cada cosa su lugar, no haciendo del problema una bomba atómica, sino una situación que con paciencia, cariño y comprensión se puede abordar.
 

Cada conflicto que se suscita, no sólo al interior de la relación de pareja, sino en la vida, es por un lado acumulación de situaciones no resueltas adecuadamente, y por otro lado, un embrollo que se suscita como algo no resuelto y que debe ser abordado. Es en cierto modo, utilizando la imagen de la madeja de lana, una complicación mayor que debe resolverse con paciencia, y luego, buscar esos nudos que impiden que se avance. Cuando se hace con cuidado y entendiendo que cada situación tiene una causa, entonces, se podrá llegar a entender con claridad y se podrá abordar con serenidad.
 

Algunas personas tienen la especialidad de generar tempestades en un vaso de agua y hacer conflictos a partir de la caída de un pétalo de rosa. Son especialistas en generar conflictos y no en resolver, algunos de ellos, necesitarán un especialista en salud mental, la mayoría cambiará cuando entienda lo absurdo de su actitud.



https://www.amazon.com/Educar-redimir-filosof%C3%ADa-educaci%C3%B3n-cristiana/dp/153757132X/ref=asap_bc?ie=UTF8

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez.
Del libro inédito: LAZOS DE AMOR

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria

Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.