La sutileza de la libertad de expresión





“Has confiado en la mentira” (Jeremías 13:25)


La libertad de expresión es un derecho básico, no cabe duda de eso. Mucha gente ofrendó su vida para que eso fuera posible. El problema, es que en el uso de dicha libertad se ha abusado de tal modo que se ha olvidado en el proceso que un derecho sin un deber, dicha libertad se convierte en un arma de doble filo.

Tenemos derecho a dar nuestra opinión y expresar libremente lo que pensamos, pero tenemos el deber de hacernos responsables de lo que decimos, eso incluye enfrentar consecuencias penales si cometemos el ilícito de mentir o difamar. Amparados en la libertad de expresar muchos se arrogan el derecho a mentir, lo primero es correcto, lo segundo es sólo un delito enmascarado en un derecho.

Un derecho que no va acompañado del ejercicio de un deber se convierte en algo muy distinto a aquello para lo cual fue concebido.

No basta dar una opinión, es preciso hacerse cargo. Si digo, sin pruebas, que una persona es de una determinada manera, no puede ser que eso sea afirmado en un “me parece”, porque la subjetividad del “parecer” es tan débil como un copo de nieve expuesto al sol.

Ninguna apreciación debería ser dada sin la certeza de que lo que se afirma es verdad.

En una ocasión una persona me preguntó mi opinión sobre un predicador y le respondí:

—No sé, no lo he escuchado lo suficiente como para emitir una opinión.

Me quedó mirando y me dijo:

—Pero algo se le ocurrirá, cómo no va a dar una opinión.

Mi respuesta lo desconcertó más.

—Si se trata de opinar, todo el mundo tiene una opinión. No me parece responsable decir algo sobre una persona de la que no conozco lo suficiente.

Pero el asunto es más profundo. Aún de personas que conocemos bien no tenemos derecho de opinar, porque en el fondo, difícilmente alguien puede conocer exactamente de alguien. La libertad de expresión no nos autoriza a opinar sin fundamento, pero aún así, una persona inteligente sabe que todo fundamento puede ser rebatido de alguna forma.



Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. 
Del libro inédito: SUPERANDO OBSTÁCULOS 



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