“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mateo 27:26).
Todos vivimos situaciones que marcan el resto de nuestra existencia. “Momentos límites” las llamaba el psiquiatra y filósofo alemán Karl Jaspers, instantes donde se replantea toda la vida, pasada y futura. Ningún ser humano está exento de vivir en jaque. Qué y cómo responder es lo que marca la diferencia.
Podemos tener una vislumbre de esos instantes definitorios haciendo un recuento de los hitos más importantes que han definido nuestra existencia. Muchos de ellos están en nuestra memoria temprana y vienen a nuestra mente sin mayor esfuerzo.
Sin duda, los instantes traumáticos, son más difíciles de digerir y a veces, por precaución nuestra mente los olvida, dejándonos sólo retazos inconexos que apenas reconocemos.
En mi caso el día en que me convertí en padre por primera vez es un momento definitorio. Me hizo replantearme la vida completa, incluyendo los mitos y conceptos que había elaborado hasta ese momento sobre la mujeres.
Sin duda, sentirnos desamparados por la vida, marca mucho más que los momentos dulces. No obstante, el dolor y la tragedia no tienen porque aniquilarnos. Los instantes son neutros y somos nosotros los que les asignamos significado. Es posible recibir el sol con alegría aún entre las rejas o percibir la belleza de la vida aun en medio de una enfermedad.
Indefectiblemente después de la noche más oscura siempre surge la luz. Tener ese planteamiento de vida ayuda a sobrevivir los momentos más difíciles.
El dicho dice que “no hay mal que dure cien años”, y es cierto, las situaciones difíciles pasan y aprender de ellas es una buena lección de vida. No podemos andar dejando que la vida nos aplaste y las circunstancias determinen qué podemos o no hacer. Tenemos que hacernos cargo, tomar nuestra vida en nuestras manos y elegir qué tipo de existencia queremos. Cada momento es precioso si sabemos sacarle provecho y aprender aún de circunstancias extremas.
“No se recuerdan los días, se recuerdan los momentos” (Cesare Pavese).
Del libro inédito Reflexiones al amanecer
Copyright: Miguel Ángel Núñez
0 comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.