Amor sin condiciones


“Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él” (1 Juan 4:16)

Una característica del amor verdadero es que es incondicional. Cuando al amor se le agregan condiciones, simplemente, se lo limita y termina por morir. Para que el amor fluya de manera sana necesita que sea expresado sin condiciones, cualquier condición es su final.

El problema con los condicionamientos es que en muchos hogares los padres han transmitido ese tipo de amor a sus hijos, y éstos a su vez lo hacen con sus parejas y también con sus hijos, perpetuando actitudes que van enfermando la capacidad de amar de manera adecuada.

*Roxana quería estudiar arte, pero su padre quería que estudiara medicina. Entró un semestre a la carrera, pero finalmente se salió y no continuó. Cuando eso ocurrió su padre le quitó el saludo y por años no le habló. Solía decir a quien le escuchara: “No puedo amar a una hija que no hace lo que yo quiero”. Roxana, es candidata a repetir el modelo a menos que se desprenda de esa forma insana de relacionarse con los hijos.

*Alejandro fue criado por una madre soltera y era hijo único. Eso lo hizo ser una persona caprichosa que siempre conseguía lo que quería. Solía repetirle a su madre cuando ésta no accedía a alguno de sus pedidos: “Ya no te quiero”, y la madre terminaba por ceder, porque no quería sentir eso de su hijo. Cuando finalmente Alejandro se casó, comenzó a hacer con su esposa exactamente lo que hizo toda la vida con su madre.

Cuando el amor se condiciona el amor se pervierte. Se convierte en moneda de cambio para lograr propósitos egoístas, de algún modo se torna en un medio de manipulación. El amor es incondicional, se ama sin esperar nada a cambio. Sin embargo, el amor tiene límites que deben ser cuidados. El amor ama sin condiciones, pero no puede tolerar actitudes que matan el amor como el abandono o la violencia. Es incondicional en tanto no pretende cambiar la esencia de otro, pero no puede aceptar lo intolerable.

Como lo define de manera brillante Labonté: “Te amo sí tu eres como yo quiero que seas, si tú eres cualquier otro, no estoy seguro de poder amarte” (Labonté, 2010: 31). Quien viva este tipo de amor debe saber que es una falsificación que no resiste un análisis serio.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013
Del libro inédito: Lazos de amor
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