La herencia que marca nuestro amor


“Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras” (Hebreos 10:24)
Todos nacimos en un contexto familiar. Ese ambiente que nos vio nacer y donde crecimos, dejó marcas indelebles en nosotros de las cuales no podemos alejarnos, a menos que las podamos identificar con claridad.

Cuando comencé con mi trabajo de orientador matrimonial, lo que me llamaba la atención, al comienzo, sin saber la dinámica de herencia, ambiente y personalidad, me causaba estupor ver como los hijos e hijas repetían los mismos modelos familiares, especialmente me causaba aflicción ver como se repetían los patrones negativos.

Irene nació en un hogar donde había un padre ausente. Creció escuchando a su madre decir frases como: “Los varones no están cuando se los necesita”, “tienes que saber que si algún día te casas, no podrás confiar en que tu marido esté, seguramente estará ausente”.

Años después Irene se casó con un hombre ausente, creyendo que esa era la realidad y tendría que asumirla. Suponía que el matrimonio consistía en estar sola la mayor parte del tiempo porque él tenía que trabajar o hacer otras cosas.

Cuando escuchó que le dije que eso no era normal y que lo que estaba haciendo era repetir un patrón erróneo se quedó estupefacta y su primera reacción fue defensiva. Le demoró tiempo darse cuenta que su esposo se ausentaba, porque ella, inconscientemente lo hacía alejarse, porque consideraba que eso era lo “normal”.

Los patrones familiares se repiten de una generación a otra. Se necesita una gran capacidad de análisis para detectar los modelos familiares enfermos que no nos ayudan a crecer adecuadamente.

En el amor, somos hijos de nuestro tiempo. La familia y el ambiente donde nos criamos nos enseñaron a amar. Esa perspectiva perdura, incluso cuando nos damos cuenta que no es correcta.

La herencia nos condiciona, pero no nos determina. Podemos hacer un alto y decir simplemente ¡basta!, quiero otra cosa para mi vida.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013
Del libro inédito: Lazos de amor
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.