No tiene por qué acabarse el amor


“El amor jamás se extingue” (1 Corintios 13:8 )

Si bien el versículo de 1 Corintios que encabeza esta reflexión no se puede aplicar exactamente al matrimonio porque está hablando del concepto del amor y de el amor surgido en la divinidad y que es entregado al ser humano, hay algunos elementos que pueden ser analizados con respecto a su aplicación en la pareja.

Un mito muy extendido y que el cine y la música popular se han encargado de difundir es que ningún matrimonio puede perdurar en el tiempo porque el amor tarde o temprano se acaba.

Se vende la idea de que los matrimonios largos terminan por aburrir y la pasión inicial se termina.

Es verdad que muchas parejas terminan aburridos y con un desgaste en la relación que es importante y que en muchos casos provoca el divorcio. Sin embargo, ¿será por el matrimonio en sí o por las actitudes que se cultivan?

El que la pareja no tenga la misma pasión y entrega de un comienzo no significa necesariamente que la relación se acabe. Al contrario, algunos estudios sugieren que al contrario de lo que se cree la relación puede mejorar con la experiencia y la madurez. Incluso autores como David Schnarch (1997), terapeuta matrimonial, sostienen que sólo en la edad avanzada de una pareja monógama es cuando se logra descubrir toda la potencia de la pasión sexual.

Del mismo modo, Gottman (1999) descubrió en sus investigaciones que con el paso del tiempo, las parejas sanas que han invertido en la relación, descubren tener más tolerancia, más aprecio y un deseo mayor de estar con el otro. Así como un río mientras más profundo y caudaloso se hace el caudal, más tranquilo se comporta, un matrimonio puede alcanzar mayor plenitud a medida que pasen los años.

La pasión no depende de la edad, sino de la actitud y del compañerismo fiel que se demuestre a través de los años. La satisfacción está garantizada cuando la pareja ha aprendido a adaptarse a las necesidades del otro y comprender los ritmos y estados anímicos, lo que demanda tiempo.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013
Del libro inédito: Lazos de amor
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