Mi pastor es Jehová


“Jehová es mi pastor” (Salmo 23:1)

Lamentablemente las traducciones no alcanzan a captar algunas sutilezas del lenguaje original y por eso no se ven reflejadas en la interpretación que se hace al verter en otro idioma el sentido del versículo bíblico.

David, quién ha sido pastor de ovejas, entiende perfectamente las palabras que está diciendo y en el sentido que tienen, sin embargo, el centro de la frase es que él siente que Jehová es su pastor personal, no compartido por otros, aquel que él conoce y sigue. Por lo tanto, y atendiendo además, al sentido de la gramática hebrea la traducción más pertinente es al revés de lo que está escrito: “Mi pastor es Jehová”.

David lo siente suyo, se sabe oveja de SU pastor. Comprende que Dios tiene la dirección y que él va detrás de SU pastor como oveja confiada que entiende que SU pastor la llevará a lugares adecuados.

Pero, hay otro detalle importante. Para que una oveja siga a SU pastor, debe ser oveja. Los cabritos no suelen seguir, hay que empujarlas, o al menos, obligarlas a seguir.

La oveja como animal no suele ser muy astuta y tiende a perderse. Sin la ayuda del pastor, lamentablemente, puede extraviarse y ser atacada por un animal salvaje, pero aquí está el detalle, la oveja lo sabe y el pastor también. ¿Qué pasa si la oveja no quiere ser oveja? Simplemente, el pastor no puede hacer su trabajo de manera eficaz.

La mayoría de las personas tiende a ser independiente, no dependiente como la oveja. En Chile, los jóvenes quieren ser “gallos”. En México le dicen “jaguares”. En Perú, “tigres”. En Argentina, “potros”. En otros países se los identifica con “leones”, “toros”, “caimanes”, etc. No he escuchado que digan “nosotros somos las ovejas”.

Nadie quiere ser oveja, pero es condición básica que para que Dios pueda ser “nuestro” pastor, nosotros debemos aceptar ser ovejas. Dios no nos puede guiar a la fuerza, ni puede hacer que le sigamos simplemente porque él lo dice.

¿Estás dispuesto a comportarte como una oveja para seguir al pastor?

© Dr. Miguel Ángel Núñez, 2013 Del libro inédito Salmos de vida

#MiguelÁngelNúñez
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

2 comentarios:

  1. Cuando introducimos nuestro pensamiento a la palabra de Dios terminamos tergiversando o desviando su sentido. Nuestra cultura y el pensar general hace perder el sentido del mensaje expresado en el salmo 23. Tiene más implicaciones de lo que se nota a simple vista.
    Muchos están atados a pastores cuyas vidas y escalas de valores no los hacen idóneos para guiar a otros. La verdad es que todos necesitamos la guía del Gran Pastor.
    Es maravilloso estar consciente de que mi pastor es jehová en la persona de Su hijo Jesucristo, el buen pastor.
    Gracias por tan maravilloso mensaje.

    ResponderEliminar
  2. Que tanto soy oveja o soy cabrito? cabrito disfrazado de oveja

    ResponderEliminar

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.